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11.7.09

vistas de confirmación Sonia Sotomayor

El próximo lunes 13 de julio a las 10am comenzarán las vistas de confirmación de la nominada al Tribunal Supremo de los EEUU, jueza Sonia Sotomayor, en el Senado de los Estados Unidos. A las 2pm se espera que la Jueza esté pronunciando su discurso.

Estaremos atentas desde temprano a las vistas y a los análisis y reseñaremos por aquí los temas de mayor relevancia. A las 5pm el mismo lunes, en 580 WKAQ radio, estaremos colaborando con el programa Sin Censura en el análisis de las vistas y de los temas que se aborden. 

Por ahora les dejo una lista de los temas que se esperan sean los asuntos sobre los cuales los senadores republicanos estén interrogando a la Jueza Sotomayor. Según los reportes de prensa se espera que esta sea la línea que siga el Partido Republicano en estas vistas:

-caracterizarla como una jueza “activista”

-cuestionarla sobre controversias que apelan a la base conservadora: derecho de portación de armas, derechos propietarios, el uso del derecho internacional en la solución de controversias.

-argüir que las perspectivas políticas de Sotomayor incluyen en sus decisiones como jueza.

 -se le preguntará sobre sus perspectivas y escritos (suponemos que saldrá a relucir el tema de su conferencia en Berkeley)

-se le preguntará si está de acuerdo o simpatiza con las opiniones de organizaciones que ha apoyado (se le preguntará específicamente sobre sus pronunciamientos en el pasado y vínculos con el Puerto Rican Legal Defense and Education Fund. La jueza Sotomayor renunció a esa organización cuando fue nominada a la judicatura en 1992). 

 -los republicanos cuestionaran su alegado “bias” en su filosofía del derecho. (Los demócratas han defendido su filosofía explicando que ella aborda las controversias al decidirlas “desde el mundo real y no desde una torre de marfil”).

 -su visión sobre el rol de los jueces.

 -su decisión en el caso Ricci v. DeStefano, que involucra el tema de la acción afirmativa y la alegada discriminación contra bomberos blancos, y que fuera revocada recientemente por el Tribunal Supremo.  

 -cuestionarán la visión de Obama de que un juez debe tener empatía por las consecuencias reales de sus decisiones.

 -las vistas se utilizarán , además, para debatir la intención de Obama de reconfigurar la corte Suprema y sus pronunciamientos sobre empatía jurídica como una característica necesaria para una jueza, así como sus pronunciamientos sobre el 'sentido común' y la compasión.

10.7.09

a propósito de la enseñanza del Derecho

Dentro de poco comienza un nuevo año académico y en cada comienzo, cada año, cada semestre (y durante éstos), hago todo lo posible por dedicarle el tiempo suficiente a hacerme y contestarme varias preguntas: ¿porqué enseñamos Derecho? ¿Cómo enseñamos Derecho? ¿Cuáles son nuestras concepciones del Derecho y de la educación jurídica? ¿Cuáles son o deben ser los énfasis? ¿cuáles las metodologías? ¿Qué perseguimos como profesores/como institución/como la única institución pública del país? No es que estas preguntas no se hayan atendido antes, por supuesto que sí. Tampoco es que esten ausentes de nuestro entorno. Pero sí, en estos tiempos, vale la pena regresar una y otra vez a las preguntas y nunca, nunca dejar de hacérnoslas y contestarlas. Las contestaciones no serán las mismas siempre, pero la necesidad de la pregunta es y debe ser de carácter perenne.

Bueno, pues hoy, buscando algo sobre esto, di nuevamente con este artículo del profesor Owen Fiss de Yale Law School. En Yale tienen una línea de educación jurídica que Fiss define según transcribo abajo. Creo que es pertinente tener el tema hiper-consciente, por eso aquí lo dejo, como referencia... 

“The subject of study at Yale is law, not political philosophy. Yale adamantly adheres to the view that law is a complicated blend of the academic and the professional, but seeks to forge the identity Rostow so celebrates by emphasizing the academic. Yale’s preeminence stems from the fact that it is an academic law school. In describing Yale as an academic law school, I am not referring to the career patterns of our graduates. An enormously large number of the law teachers in America have come from Yale, and the Law School accepts a special responsibility in preparing people for a teaching career, but the would-be teachers represent a relatively small portion of the student body. The vast bulk of our graduates become practicing lawyers. For them an education in an academic law school consists not of teacher training, but developing a broad and critical perspective on the law—the kind of perspective we often associate with the academic.

The assumption of an academic law school is not one of non-engagement. We assume our student will spend their lives fully engaged in the process of exercising the power that will devolve on them through the law. But we also believe that lawyering takes many forms. Advocacy in behalf of a narrow set of interests—lawyering in the style of Perry Mason—is only one among many concerned with proposing and drafting legislation; some will be government lawyers, prosecuting cases on behalf of the United States or managing the vast prosecutorial agencies of the modern states; some will construct the great private enterprises and associations of the day; some will be engaged in international trade and will be trying to secure World peace; some will staff and lead administrative agencies; some will be so-called “public interest” lawyers. In any of these endeavors a lawyer must be able to manipulate the levels of power, which are often shrouded in technical detail, but he or she must also be able to reflect upon the ends of the legal system and design organizational structures to fulfill those ends. Can it be any wonder then that our curriculum –to take a sampling from this year´s catalogue –includes such courses as Tragic choices, Federal Tax Policy, The Political Philosophy of Hannah Arendt, the Limits of Law as an instrument of social control, Nuclear Arms control, Theories of Contract, Immigration and National Purpose, Public Order of the World Community, Alternatives in Enterprise Organization, Psychoanalytic and Legal Perspectives on Attorney-Client Relations, Toxic Chemicals and Myth, law and History?

 We are not unmindful of the advocacy role, but even here the academic perspective seems essentials to a proper legal education. Advocacy is more than a mere manipulation of a set of technical rules and doctrines on behalf of certain interests. First, it is often necessary for the advocate to define and identify the client’s interest, especially when de client turns out, as is usually the case with the graduates of Yale, to be a large-scale organization or the social group. The lawyer must decide who speaks for the organization or the social group, and how the various conflicts of interests that divide the client are to be resolved. Second, effective advocacy requires an understanding of the purposes of the rules or doctrine the lawyer is seeking to invoke on behalf of his client (or to protect his client from). A lawyer cannot, for example, effectively represent a client in an antitrust case without fully understanding economic theory and the history of the Sherman Act and the politics of the 1890s. Third, the kind of advocacy society allows a lawyer is a limited one.  Some of the limits on what a lawyer can do or say on behalf of a client are imposed by criminal statutes, liability rules, or professional canons; other by personal scruples; and still others by a true understanding of the purpose of the legal system and the role of the lawyer in that system. All of these limits vary from time to time, and from context to context; they cannot be understood without a regard for the teachings of moral philosophy, economics, sociology, history—and probably theology.

The point of Yale, however, is that although training in the skills of advocacy might be necessary, it is not sufficient, and even more, that it should not be the emphasis of a first year procedure course. Education in the art of rulesmanship should be only one part of a larger, more intellectually ambitious course

-Owen Fiss, The Law According to Yale, in Power and Policy in Quest of Law 417 (Myres S. McDougal and W. Michael Reisman, eds., 1985); El derecho según Yale, La Enseñanza del Derecho y el Ejercicio de la Abogacía, P. 25, (M. Bohmer, ed. Gedisa) (1999).

9.7.09

la hermenéutica y lo encubierto por el lenguaje (gadamer)

-"Pero en las condiciones hermenéuticas de nuestra conducta lingüística aparece aún, a un nivel más profundo, otra forma de reflexión hermenéutica que no afecta sólo a lo no dicho, sino a lo encubierto por el lenguaje. Que el lenguaje puede encubrir con el acto mismo de su ejecución es obvio en el caso especial de la mentira. El complejo entramado de las relaciones humanas en el que se produce la mentira, desde las fórmulas de cortesía oriental hasta la clara ruptura de confianza entre personas, no posee como tal un carácter primariamente semántico. El que miente bajo presión lo hace sin titubear y sin dar muestras de azoramiento; es decir, encubre también el encubrimiento de su lenguaje. Pero este carácter de mentira adquiere claramente una realidad lingüística especialmente allí donde el objetivo es evocar la realidad mediante el lenguaje; es decir, en la obra de arte lingüística. Dentro de la totalidad lingüística de un conjunto literario el modo de encubrimiento que se llama mentira posee sus propias estructuras semánticas. El lingüista moderno habla entonces de señales que delatan el encubrimiento latente en un enunciado. La mentira no es simplemente la afirmación de algo falso. Se trata de un lenguaje encubridor que sabe lo que dice. Y por eso la tarea de la exposición lingüística en el contexto literario es el descubrimiento de la mentira o, más exactamente, la comprensión del carácter falaz de la mentira en cuanto que ésta responde a la verdadera intención del hablante.

-En efecto, la acción de la hermenéutica es baldía cuando no hay entendimiento con los demás ni consigo mismo. ...Constituye una estructura fundamental de nuestro lenguaje el que seamos dirigidos por ciertos preconceptos y por una precomprensión en nuestro discurso, de suerte que esos preconceptos y esa precomprensión permanecen siempre encubiertos y se precisa una ruptura de lo que subyace en la orientación del discurso para hacer explícitos los prejuicios como tales. Esto suele generar una nueva experiencia. Esta hace insostenible el prejuicio. Pero los prejuicios profundos son más fuertes y se aseguran reivindicando el carácter de evidencia o se presentan incluso como presunta liberación de todo prejuicio y refuerzan así su vigencia. Conocemos esta figura lingüística de refuerzo de los prejuicios como repetición obstinada, propia de todo dogmatismo. Pero la conocemos también en la ciencia cuando, so pretexto de conocimiento sin presupuestos y de objetividad de la ciencia, se transfiere el método de una ciencia acreditada como la física, sin modificación metodológica, a otras áreas, como el conocimiento de la sociedad. Y sobre todo, como ocurre cada vez más en nuestro tiempo, cuando se invoca la ciencia como instancia suprema de procesos de decisión social. Eso es desconocer los intereses que se asocian al conocimiento, y esto sólo puede mostrarlo la hermenéutica.

-Podemos concebir esta reflexión hermenéutica como crítica de la ideología que pone a ésta en entredicho, es decir, que explica la presunta objetividad como expresión de la estabilidad de las relaciones de poder. La crítica de la ideología intenta explicitar y disolver con ayuda de la reflexión histórica y sociológica los prejuicios sociales imperantes, esto es, intenta deshacer el encubrimiento que preside la influencia incontrolada de tales prejuicios. Es una tarea de extrema dificultad. Porque el poner en duda lo obvio provoca siempre la resistencia de todas las evidencias prácticas. Pero aquí reside justamente la función de la teoría hermenéutica: ésta crea una disposición general capaz de bloquear la disposición especial de unos hábitos y prejuicios arraigados. La crítica de la ideología constituye una forma concreta de reflexión hermenéutica que intenta disolver críticamente un determinado género de prejuicios.

-La reflexión hermenéutica ejerce así una autocrítica de la conciencia pensante que retrotrae todas sus abstracciones, incluidos los conocimientos de las ciencias, al todo de la experiencia humana del mundo. La filosofía, que es siempre, expresamente o no, una crítica del pensamiento tradicional, es ese ejercicio hermenéutico que funde las totalidades estructurales que elabora el análisis semántico en el continuo de la traducción y la conceptuación en que existimos y desaparecemos".
-de Hans-Georg Gadamer, Semántica y hermenéutica (1968)

8.7.09

Desayuno calle en el Caño! (update)

Este próximo sábado 11 de julio a las 10 am vamos a desayunar con las comunidades del Caño Martin Peña!. 

Se trata de una de las actividades organizadas por el grupo de rescate de espacios urbanos "Desayuno Calle" (saludos a Mayté, bravo por la iniciativa!) que se describen como:

"Iniciativa de activación del espacio público, el reto consiste en juntar un grupo de personas conocidas y/o desconocidas, para desayunar en algún espacio remanente de la ciudad. El primer experimento de esta acción fue concebido en 1996 por el artista austriaco, Friedemann Derschmid. La idea básica era ocupar espacios públicos inhabitados e inusuales de la ciudad para desayunar y estimular interacción social en los mismos. Para más información sobre el movimiento pueden buscar en www.p-breakfast.net".

Este sábado el Desayuno será en el Caño!! Así que únete a esta actividad que forma parte de las actividades que estamos llevando a cabo en defensa del Fideicomiso y en apoyo al Caño Martín Peña. Trae tu desayuno para compartir con los amigos y amigas del Caño en el puente Martin Peña. Habrá mesa de dominos!

-De Desayuno calle nos envían este 'update':

"Nos reuniremos en la placita frente al Mercantil Plaza, al lado del (puente) Caño Martín Peña, a partir de las 10am. 
Como siempre trae tu desayuno y algo para compartir junto a tu vaso, taza y cubiertos. 

En esta ocasión, estaremos haciendo trueque de matitas. Trae una planta para intercambiar o regalar. Regalémonos vida entre nosotros y a los habitantes del Caño. Ahh, y si tienes dominos, traelos!"

Visita la página en facebook de Desayuno Calle y su blog!

7.7.09

Chomsky, la crisis y la esperanza

Aquí dejo una entrevista que Amy Goodman le hace a Noam Chomsky en Democracy Now, titulada "Crisis and Hope: Theirs and Ours". Dejo también abajo un pedacito de la transcripción....

NC: "There’s also a problem about the word “crisis.” Which one do we have in mind? There are numerous very severe crises. Many of them will be under discussion here in a couple of weeks at the United Nations in their conference on the world financial and economic crisis. And these crises are interwoven in very complex ways which make it—which preclude any sharp separation. But again, I’ll pretend otherwise for simplicity.

Well, one way to enter this morass was helpfully provided by a current issue of the New York Review, dated yesterday. The front cover headline reads, “How to Deal with the Crisis.” It features a symposium of specialists. And it’s worth reading, but with attention to the definite article: “the” crisis. For the West, the phrase “the crisis” has a clear enough meaning. It’s the financial crisis that hit the rich countries and therefore is of supreme importance.

But, in fact, even for the rich and privileged, that’s by no means the only crisis or even the most severe of those they face. And others see the world quite differently. For example, the newspaper New Nation in Bangladesh. There, we read, “It’s very telling that trillions have already been spent to patch up leading world financial institutions, while out of the comparatively small sum of $12 billion pledged in Rome earlier this year, to offset the food crisis, only $1 billion has been delivered. The hope that at least extreme poverty can be eradicated by the end of 2015, as stipulated in the UN’s Millennium Development Goals, seems as unrealistic as ever, not due to lack of resources but to a lack of true concern for the world’s poor.” That’s—they’re talking about approximately a billion people facing starvation, severe malnutrition, even 30 or 40 million of them in the richest country in the world. That’s a real crisis, and it’s getting much worse".

...

"There’s a striking gap between public opinion and public policy on a host of major issues, domestic and foreign. And, at least in my judgment, public opinion is often a lot more sane. It also tends to be fairly consistent over time, which is pretty astonishing, because public concerns and aspirations, if they’re even mentioned, are marginalized and ridiculed. It’s one very significant feature of the yawning democratic deficit, as we call it in other countries. That’s the failure of formal democratic institutions to function properly. And that’s no trivial matter. Arundhati Roy has a book, soon to come out, in which she asks whether the evolution of formal democracy in India and the United States, in fact, not only there—her words—might turn out to be the “endgame of the human race.” 

And that’s not an idle question.

It should be recalled that the American Republic was founded on the principle that there should be a democratic deficit. James Madison, the main framer of the constitutional order, his view was that power should be in the hands of the wealth of the nation, the more responsible set of men who have sympathy for property owners and their rights. And Madison sought to construct a system of government that would, in his words, “protect the minority of the opulent from the majority.” That’s why the constitutional system that he framed did not have co-equal branches. The executive was supposed to be an administrator, and the legislature was supposed to be dominant, but not the House of Representatives, rather the Senate, where power was vested and protected from the public in many ways. That’s where the wealth of the nation would be concentrated. 

This is not overlooked by historians. Gordon Wood, for example, summarizes the thoughts of the founders, saying that “The Constitution was intrinsically an aristocratic document designed to check the democratic tendencies of the period,” delivering power to a “better sort” of people and excluding “those who were not rich, well born, or prominent from exercising political power.”

Well, all through American history, there’s been a constant struggle over this constrained version of democracy. And popular struggles have won a great many rights. Nevertheless, concentrated power and privilege clings to the Madisonian conception, changes form as circumstances change.

By World War II, there was a significant change. Business leaders and elite intellectuals recognized that the public had won enough rights so that they can’t be controlled by force, so it would be necessary to do something else, namely to turn to control of attitudes and opinions. These were the days when the huge public relations industry emerged in the freest countries in the world, Britain and the United States, where the problem was most severe. The public relations industry was devoted to what Walter Lippmann approvingly called a “new art” in the practice of democracy, the “manufacture of consent.” It’s called the “engineering of consent” in the phrase of his contemporary Edward Bernays, one of the founders of the PR industry.

Both Lippmann and Bernays had taken part in Woodrow Wilson’s state propaganda agency, which Committee on Public Information was its Orwellian term. It was created to kind of—to try to drive a pacifist population to jingoist fanaticism and hatred of all things German. And it succeeded—brilliantly, in fact.

And it was hoped that the same techniques could ensure that what are called the “intelligent minorities” would rule, and that the general public, who Lippmann called “ignorant and meddlesome outsiders,” would serve their function as spectators, not participants. 

These are all very highly respected progressive essays on democracy by people who—by a man who was the leading public intellectual of the twentieth century and was a Wilson-Roosevelt-Kennedy progressive, as Bernays was. And they capture the thinking of progressive opinion. So, President Wilson, he held that an elite of gentlemen with “elevated ideals” must be empowered to preserve “stability and righteousness,” essentially the perspective of the founding fathers. In more recent years, the gentlemen are transmuted into the “technocratic elite” and the “action intellectuals” of Camelot, “Straussian” neocons and other configurations, but throughout one or another variant of the doctrine prevails".

Gracias a Myrta por el enlace!