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3.8.15

Sobre construir "pueblo"



Sobre "construir pueblo"
éft

Una sale a la calle, escucha las conversaciones y pesares de la gente, lee las noticias y sigue los fenómenos mediáticos y se da cuenta de que hay algo importante que atajar previo -o al menos como parte- de cualquier acción: hace falta la construcción de un "nosotros". La crisis apalea al "país", la crisis-deuda es del "gobierno", la crisis la atienden las personas en su carácter individual, es decir, impacta a individuos y familias; y como tal, lo que tenemos es un país (de individuos) en crisis pero una crisis que es y sigue siendo vista individualmente: no hay agua: entonces la gente resuelve con cisternas; el agua potable no es segura: entonces la gente compra botellitas de agua; hay criminalidad: entonces la gente no sale o compra alarmas o pone portones o cierra urbanizaciones y paga guardias privados; la educación no sirve: entonces la gente se endeuda para pagarla privada; no hay servicios de salud: entonces la gente paga planes médicos y primas altísimas o simplemente deja su salud en deterioro o crea una página de funding por Internet; el cáncer hace orilla: la gente celebra a un Raymond Arrieta que recolecta dinero; no hay trabajo para los jóvenes: no tienen más remedio que buscarse dos o tres part-times; quieres proveerle oportunidades educativas a tus hijos: pides colaboraciones en una de esas páginas de "charity". Y así por el estilo, la crisis está privatizada, la crisis es de individuos que han comprado la idea de que a cada cual conforme lo pueda resolver. No somos "pueblo", somos sujetos privatizados.

Eso tiene una premisa que quizás es la que debemos atajar si es que queremos constituirnos como un "nosotros", como un pueblo. Las subjetividades se construyen, hay que trabajarlas, pulsearlas con otras narrativas que las contrarrestan. ¿Qué nos constituye hoy por hoy como pueblo? ¿Qué identidad(es)? Si lo que constituimos es un grupo de individuos (incluso comunidades) que resuelven sus problemas aisladamente, entonces no hay un nosotros que tenga que enfrentarse a un ellos. La acción política más importante de estos tiempos, diría entonces, es precisamente la construcción de esa subjetividad, de una subjetividad que aglutine estas crisis individuales en crisis de un "nosotros". Pero eso no nace de la noche a la mañana, ni por generación espontánea.

Así como grupos identitarios han trabajado sus subjetividades para alcanzar reivindicaciones, hoy por hoy, eso que llamamos "pueblo" requiere construirse, narrarse, pensarse, aglutinarse a partir de entendidos comunes. No hay que tomarlo por dado, porque no existe, no en esta crisis. En esta crisis el neoliberalismo ha triunfado y su triunfo estriba en que nos concibamos como individuos de consumo, individuos cuyas crisis individuales incluso se hace vergonzoso aceptar. ¿Quién se atreve hoy día a decir que le van a quitar la casa, que no tiene crédito, que la quincena no le da? Lo cierto es que a las personas se les hace difícil decirlo públicamente porque hemos internalizado que esos problemas son culpa nuestra. El reto político hoy día está en desafiar esas lógicas, la mejor acción es construir una subjetividad de un "nosotros" que pueda identificar y desafiar a un "ellos" pero eso no hay que tomarlo livianamente. Es toda una gran gesta y urge articularla y pensarla a lo largo y ancho.