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15.9.07

Política pública desde la base comunitaria

Recientemente se publicó el libro: Bosque del Pueblo: Cómo la Lucha Antiminera cambió la política forestal desde la base comunitaria (Massol, Deyá, González, 2006) que recoge la experiencia del Taller de Arte y Cultura de Adjuntas, mejor conocido como Casa Pueblo. Este libro se unió una serie de publicaciones auspiciadas por el Instituto Internacional para el Medioambiente y el Desarrollo, titulada “Políticas exitosas para los bosques y la gente”. La serie tiene el objetivo de exponer diversas experiencias que aportan a “cambiar en sentido positivo de la utilización del bosque”. En esta ocasión se narró un contexto puertorriqueño en el que se promuve un cambio en las políticas forestales, un cambio “desde la base comunitaria”.

Aquí yace la importancia y aportación principal de esta experiencia. Existe una presunción de que la mayoría de las iniciativas y programas que buscan una sociedad más sustentable provienen o tienen que provenir de los esfuerzos del estado. Lo cierto es que aún cuando existen reclamos fuertes, la tendencia es a exigir o presumir que el estado es quien único puede generar y desarrollar nuevos programas en exclusión de la ciudadanía, de sus experiencias y saberes. Vientos soplan en otra dirección. Convergen nuevas tendencias y se discuten y proponen nuevos modelos de democracia: aquella que presupone un quehacer y apoderamiento local, de base, una toma de decisiones participativa, donde se emplazan los marcos tradicionales del poder. En nuestra historia, el cambio en las políticas forestales, sirve de escenario para una nueva forma de quehacer social, de promoción del cambio.

Casa Pueblo es muestra de ese quehacer de base que promovió y logró un cambio en las políticas institucionales. Se trata, según descrito en el libro, de una organización basada en la comunidad, ubicada en las montañas de Puerto Rico, que logra entrar en el escenario de las políticas forestales nacionales con miras a obtener cambios inmediatos (como en el caso de la paralización y eventual prohibición del proyecto minero) y la elaboración de un acuerdo de co-manejo del Bosque del Pueblo, y cambios a largo plazo, como en el caso de la promoción de un enfoque regional para la conservación de cuencas hidrográficas. Su inserción en el quehacer y en la toma de decisiones tradicionalmente propias y exclusivas del gobierno, cambió en Puerto Rico la política y enfoque sobre los bosques en el país y con ello, se introdujeron cambios irreversibles sobre lo que los ciudadanos perciben que son capaces de hacer, a partir de un modelo de autogestión comunitaria. El libro nos reseña esos detalles y las aportaciones de esa gesta.

Les invitamos a buscarlo y a leerlo y sobre todo, a analizar este modelo que parece multiplicarse en Puerto Rico, el de un verdadero espacio democrático que de lugar a un manejo participativo de los espacios naturales, espacios que incluyen a la gente, a su historia, a su cultura y sus experiencias con el resto del entorno ecológico.
El libro está disponible en Casa Pueblo Adjuntas y en la librería del Consejo de Estudiantes de la Escuela de Derecho de la UPR.