En viaje reciente a Bogotá tuve muchas buenas experiencias. Aquí comparto una de las que más nostalgia todavía me da. No por el allá sino por el acá.
Esta pasada semana tuve un mal rato aquí en Puerto Rico, específicamente en la UPR. La bibioteca principal, la Lázaro, estuvo cerrada gran parte del tiempo, la Colección puertorriqueña, única colección bibliográfica de ese tipo, estuvo cerrada toda la semana. Las bibliotecas especializadas cerraban muy temprano y sólo con mucha, mucha suerte una puede conseguir los libros que necesita pues es muy común que cuando por fin se consigue alguna fuente, aparezca en el sistema como "perdida". Éstas son las bibliotecas de la principal universidad del país. ¿y las públicas?... upsss, ¿cuáles?
El cuadro me produjo mucho coraje al principio y luego una profunda tristeza. ¿Que hacen los niños, jóvenes, viejos, estudiantes, docentes, y la ciudadanía si quiere leer, investigar, escudriñar nuestra historia y propiciar encuentros?. ¿Dónde está el fomento de los usos y los encuentros en estos espacios? ¿Porqué se toma como normal el que la principal universidad pueda cerrar en "la Semana Santa" las bibliotecas? Entonces fue cuando regresé con nostalgia a mi reciente visita a Bogotá. Allí me encontré con una red de bibliotecas maravillosas, bibliotecas centrales, regionales, de barrio, salas para jóvenes, niños, abuelos... auditorios... lugar de lectura, encuentros, historias. Todas auspiciadas por el Secretariado de Educación de la ciudad de Bogotá. Sentí mucha alegría cuando supe el énfasis en estas iniciativas. ojalá pase algo aquí que provoque que algún día pueda ser yo quien lleve a otros a visitar nuestras bibliotecas y que pueda hacerlo aún en "la Semana Santa".
Esta pasada semana tuve un mal rato aquí en Puerto Rico, específicamente en la UPR. La bibioteca principal, la Lázaro, estuvo cerrada gran parte del tiempo, la Colección puertorriqueña, única colección bibliográfica de ese tipo, estuvo cerrada toda la semana. Las bibliotecas especializadas cerraban muy temprano y sólo con mucha, mucha suerte una puede conseguir los libros que necesita pues es muy común que cuando por fin se consigue alguna fuente, aparezca en el sistema como "perdida". Éstas son las bibliotecas de la principal universidad del país. ¿y las públicas?... upsss, ¿cuáles?
El cuadro me produjo mucho coraje al principio y luego una profunda tristeza. ¿Que hacen los niños, jóvenes, viejos, estudiantes, docentes, y la ciudadanía si quiere leer, investigar, escudriñar nuestra historia y propiciar encuentros?. ¿Dónde está el fomento de los usos y los encuentros en estos espacios? ¿Porqué se toma como normal el que la principal universidad pueda cerrar en "la Semana Santa" las bibliotecas? Entonces fue cuando regresé con nostalgia a mi reciente visita a Bogotá. Allí me encontré con una red de bibliotecas maravillosas, bibliotecas centrales, regionales, de barrio, salas para jóvenes, niños, abuelos... auditorios... lugar de lectura, encuentros, historias. Todas auspiciadas por el Secretariado de Educación de la ciudad de Bogotá. Sentí mucha alegría cuando supe el énfasis en estas iniciativas. ojalá pase algo aquí que provoque que algún día pueda ser yo quien lleve a otros a visitar nuestras bibliotecas y que pueda hacerlo aún en "la Semana Santa".
