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28.3.15

Nuevo libro: Senses of the Subject (Judith Butler)

Acaba de salir el nuevo libro de Judith Butler, Senses of the Subject (NY, 2015). 

Dejo un fragmento de la introducción, sobre el sujeto, el cuerpo, el actuar y el pensar.


"Just as philosophy founders time and again on the question of the body, it tends to separate what is called thinking from what is called sensing, from desire, passion, sexuality, and relations of dependency. It is one of the great contributions of feminist philosophy to call those dichotomies into question and so to ask as well whether in sensing, something called thinking is already at work, whether in acting, we are also acted upon, and whether in coming into the zone of the thinking and speaking I, we are at once radically formed and also bringing something about." p. 15

23.7.13

Para hablar de responsabilidad convendría apuntar: the “I” is already social

Sigo con Dispossession: the performative of the political y la conversación entre Athena A. y Judith B. llega quizás al punto más interesante en el capítulo titulado "Responsiveness and Responsibility". En éste, desde el comienzo, se plantean: ¿Cuál es el lugar de cada una de nosotras para ser responsivas y responsables y poder vivir una vida política éticamente? ¿Cómo las diversas formas de precariedad, ya sean materiales y por las subjetividades que constantemente nos constituyen influyen esta respuesta?  


Lo primero que hacen plantear cómo es que hoy día la conversación sobre el ser 'responsable' o éticamente responsable está constituido de forma tan arraigada por los discursos neoliberales que ubican cualquier discusión o sentido de responsabilidad en los términos de 'responsabilidad personal', 'intereses', 'self-entitlement' (no encuentro un término en español que lo acoja completamente) y auto-preservación. Ejemplos como la idea de 'responsabilidad social corporativa' o la idea del voluntariado y la moralidad de las acciones 'caritativas' o del sacrificio personal, que comunmente escuchamos en este tipo de conversación e ilustraciones, son algunos de los ejemplos que ellas mencionan. Y luego de poner en cuestionamiento esa idea de la responsabilidad desde el 'yo', ambas pasan a explicar cómo podríamos concebir conscientemente otras formas de responsabilidad que se ubiquen en las afueras de estos discursos del proyecto liberal. Dejo un fragmento que ilustra lo rica que se pone la discusión. !Salud!.


AA: “We might consider what kinds of enabling spaces of politics open up on occasions where we find ourselves affected, undone, and bound by others’ calls to respond and assume responsibility. In a world of differentially shared sociality, if we are already “outside ourselves”, beyond ourselves, given over, bound to others, and bound by claims that emerge from outside or from deep inside ourselves, our very notion of responsibility requires this sense of dispossession as disposition, exposure, and self-othering….

Could you explicate the ways in which responsibility does not amount to the liberal and neoliberal apparatuses of moral narcissism and entrepreneurial governmentality?

JB: …

For me, the question of ethics is always a question of an ethical relation, that is, the question of what binds me to another and in what way this obligation suggests that the “I” is invariably implicated in the “we”. So, when I am called upon to care for another, or, indeed, to resist a social condition of inequality, or to oppose an illegitimate war or devastating occupation, it is not a matter of finding my bearings in my personal morality or my individual disposition. Rather, it is precisely because I am from the start implicated in the lives of the other that the “I” is already social, and must begin its reflection and action from the presumption of a constitutive sociality.” ...


17.7.13

The risk of becoming broken by the law

Mejor dicho, imposible. Judith Butler comenta en este fragmento cómo el Derecho nos puede arrancar nuestras subjetividades, y aún así, como instrumento del sistema liberal, se hace necesario acudir a él. Lo importante, dice Butler, es reconocer la importancia de que acudir al derecho tiene que venir acompañado con un movimiento social que mantenga una distancia crítica hacia éste. Dejo el fragmento del capítulo 'Recognition and survival':

“[W]hen a woman who is raped goes before the law in order to have the crime against her prosecuted, she has to comply with the very idea of the reliable narrator and legitimate subject inscribed in the law. As a result, if the law finds that she is not a legitimate subject, that what she claims has no value, and the her speech in general is without value, then she is actually deconstituted as a subject by the law in question. It is a moment, like any number of moments within immigration politics, when the demand to comply with the subject can goes and does lead to the deconstitution of the subject by the law itself. 

Does this mean that we do not turn to the law to prosecute rape? No, and perhaps here the law is something we cannot not want. And this is particularly true in those instances where there are no such laws, or where laws are being instituted that recognize rape as a crime (including marital rape). And yet, in turning to the law, one runs the risk of becoming broken by the law. And the struggle then to regain “standing” and “voice” becomes one that cannot be done alone, requiring as it does collective support, if not a social movement. And when this happens –and we see the importance of grounding any appeal to the law within a social movement that sustains a critical relation to law (and the risk of becoming deconstituted, abjected, precisely through the liberal instruments one needs).”

-Judith Butler, en Dispossession: the performative in the political.

11.7.13

¿Desposeernos para dejar de ser desposeídos?: una nueva performatividad en lo político

Hace unos meses comencé a anotar en este blog unas reflexiones producto de los trabajos y lecturas hechas en los últimos años relacionadas a lo común, lo político y el espacio de inter-relaciones. En Reflexiones 2: lo político no es personal, expuse brevemente que "hoy lo privatizado es precisamente lo político. La apariencia de un ámbito político en el cual podamos verter y develar lo antes escondido en la "esfera privada" ya no existe, pues aunque develemos lo escondido para llevarlo a lo político, allí la lógica que opera sigue siendo pasmosa y vorazmente privada (y sin ningún rubor)" y lanzábamos lo siguiente a menera de reflexión-provocación para un cuestionamiento más profundo: "Hoy es lo político lo que tendríamos que rescatar de su operación y racionalidad privada. Correspondería decir: lo político se ha privatizado. La consigna debería ser "Lo político no es personal"."

En otra de las reflexiones, Reflexiones 4: Entendidos ético-políticos ante un individualismo masificado, continué poniendo en aprieto la dupla dicotómica que mira los asuntos en los polos de lo individual versus lo colectivo: "El modelo de individuo y la libertad que terminó triunfante y se coronó a lo largo de todo ese proceso, terminó por convencernos de que toda neutralidad valorativa era (es?) un mejor precio a pagar que pensar en una nueva propuesta ético-política. Es la encarnación del prejuicio triunfante hacia cualquier concepto que se asemeje a lo político o a lo común entendido más allá del liberalismo capitalista. Al negar la idea de una o más propuestas ético políticas por temor a equivocarnos o por aferrarnos a la (solo aparente) libertad individual, paradójicamente sepultamos cada vez más nuestras posibilidades de libertad."

Sigo imbricada en estos temas y como parte de ellos, he comenzado a leer Dispossession: the performative in the political, un libro que organiza una especie de carteo o intercambios entre Judith Butler y Athena Athanasiou. Todavía me falta mucho por leer pero al saque veo que sus diálogos tienen la resonancia que busco precisamente para continuar las reflexiones que comencé con los temas antes expuestos. En un formato maravilloso, que tiene más de diálogo franco que de escritura hiper-académica, con los cánones que han restringido gran parte del decir desde los espacios académicos-intelectuales, estas dos intelectuales públicas se dan a la tarea de pensar en voz alta el concepto de la desposesión. Somos desposeídos, sí, pero el término es problemático así que lo abordan en toda su extensión y complejidad. 

¿A qué se refiere esta desposesión? Principalmente, a dos aspectos: en un primer plano somos desposeídos de nuestras subjetividades y en un segundo plano, tal cual la configuración del capitalismo moderno, la mayoría está y estará desposeída de las condiciones materiales que nutren su supervivencia y sus subjetividades a la vez. Ellas juegan con estos dos planos, los problematizan de forma tal que incluso la premisas del sentirse como poseedor a priori es cuestionado. De hecho, Butler se pregunta si es momento de, en el proceso de construir nuestras subjetividades, lo que ahora toca es de alguna forma sentirnos en la necesidad de desposeernos un poco, un poco nomás, hacia ciertas formas  de colectividades.

Yo lo traduciría así: ¿Por qué nos sentimos legitimados a hablar de sentirnos desposeídos cuando la controversia trata de derechos individuales -con un apriori claramente a tono con un liberalismo individual- que nos presupone individuos antes de cualquier subjetivación de la cual se nos priva, y sin embargo, parece hoy día cuesta arriba hablar legítimamente de los desposeídos de la tierra, de los medios, de la riqueza? Es decir, ¿por qué el apriori en este último caso no es el de que todos y todas deberíamos a priori ser legítimamente poseedores de lo que se nos privó? 

En todo caso, su diálogo busca atar estas dos formas de mirar la posesión y desposesión del sujeto. ¿Y cómo se relaciona esto con las reflexiones a las que hice alusión? El objetivo de este diálogo entre Butler y Athanasiou es precisamente poner en cuestionamiento las premisas de ese sujeto individual que el liberalismo construyó mediante el individuo que es soberano de su ser, y que para defender su subjetividad toma prenda de esa idea del individuo. Además, tienen un segundo objetivo, buscar cómo en la resistencia contra la desposesión en su segundo plano, la material, también se reproduce la idea de un sujeto-individuo que quiere reivindicar sus derechos propietarios, que también parten de la premisa liberal del individuo que enfrenta a la colectividad. 

Lo que he leído hasta ahora me parece no solo fascinantemente expuesto sino muy bien ilustrado con ejemplos de los movimientos sociales contemporáneos y controversias más álgidas: Israel-Palestina, los sin Tierra en diversas partes del mundo, las reivindicaciones de derechos sexuales y reproductivos, los reclamos de grupos indígenas en Australia, América Latina y Canadá, entre otros.

¿Cómo resignificamos esta dicotomía de lo individual versus lo colectivo que nos ha llevado al desgaste de la democracia liberal? ¿Cómo concebir un nuevo colectivo, un 'nosotros', común, que sea capaz de reconocer las subjetividades que algunos también quisieran erradicar? Esto en gran parte ha motivado mis búsquedas en estos meses (quizás años con el cuestionamiento de las premisas libertarias del Derecho de Propiedad) y por ahí van las reflexiones que he compartido en este blog. Y es eso también lo que encuentro en este diálogo en este libro.  Judith Butler lo expone hermosamente cuando usa la frase de "libertad con otros". Creo que en el fondo de eso se trata, de resignificar la idea de las 'libertades individuales' y quizás comenzar a hablar de libertades con los otros. En su prefacio, ellas definen su proyecto del libro de la siguiente forma:

"So we take up the question of how to become dispossessed of the sovereign self and enter into forms of collectivity that oppose forms of dispossession that systematically jettison populations from modes of collective belonging and justice".

Continuará...

éft
11 julio 2013.


26.2.12

Benjamin and Kafka (Judith Butler, 2011)



Judith Butler, philosopher and author, talking about Walter Benjamin's notion of the gesture in Franz Kafka's parables. In this lecture, Judith Butler discusses Benjamin's background, Kafka's elliptical literary style, the relationship between image and gesture, the possibility of completed action, theology and the Event of language in relationship to Jacques Derrida, Bertolt Brecht, Theodor W. Adorno, Samuel Weber and Karl Marx focusing on messianic time, commodity fetishism, Christianity, the antichrist, the structure of time and space, the Frankfurt School, Kabbalah, the trace, the enigmatic remainder and interruption. Public open lecture for the students and faculty of the European Graduate School EGS Media and Communication Studies department program Saas-Fee Switzerland Europe. 2011. Judith Butler.

13.2.12

Judith Butler: Kafka and The Poetics of Non-Arrival. 2011



Judith Butler, philosopher and author, talking about Kafka's parables and paradoxes. In this lecture, Judith Butler discusses the relationship between parable and reality, the philosophy of departure and arrival, the breakdown of language and the promiscuity of the "here" and "now" in relationship to Franz Kafka, Theodor W. Adorno, Walter Benjamin, Immanuel Kant, Jacques Derrida, Hannah Arendt, Georg Wilhelm Friedrich Hegel and Michel Foucault focusing on das Ziel, destination, indeterminacy, Ungeheures, monstrosity, the uncanny, a priori, transcendentalism, the messianic, theology, time and space. Public open lecture for the students and faculty of the European Graduate School EGS Media and Communication Studies department program Saas-Fee Switzerland Europe. 2011. Judith Butler.

17.12.09

del blog flp


Dos entradas del blog 'feminist law professors':

-Simposio en marzo 2010 sobre el trabajo de Judith Butler, info aquí.

-Sobre la importancia de contar con mujeres en puestos de poder en las instituciones académicas..., info aquí.


8.11.09

Judith Butler: la autonomía, las identidades, las categorías y los absolutos

Complementando una interesante discusión que tuvimos como parte de la presentación de Tzeitel Andino el miércoles pasado en el Seminario de Teoría de Adjudicación, cuelgo por aquí esta entrevista a Judith Butler. (Tomado y editado de Revista Ñ)

...

Tanto en su último libro como en "Vida Precaria", trabaja sobre la idea de lo que hace a algunos individuos más humanos que otros , y por ende, más legítimos. ¿Cómo opera este fenómeno?

A través de algo que llamo matrices de inteligibilidad, que nos permiten reconocer a ciertos individuos pero no a otros. Por inteligibilidad entiendo la capacidad de un ser humano de ser leído y reconocido en el tiempo y el espacio social en relación a otros donde se puede generar, al mismo tiempo, exclusión, rechazo y abyección. La matriz dicta qué vidas son "humanas" o pueden ser reconocidas como "humanas" por raza, clase, nacionalidad, género y sexualidad. ¿Bajo qué condiciones algunas pérdidas son pérdidas y otras no, o directamente no son consideradas? Esta pregunta es un desarrollo que comencé en 1996, durante la crisis del sida en EE.UU. La expresión pública de duelo por esas pérdidas, sobre las que se cernían estigmas por su supuesta conducta, era una forma de afirmar que esas sexualidades también debían ser honradas. Luego, en 2001, durante el régimen Bush, caí en la cuenta de que parecía que sólo algunas vidas que se perdieron podían ser lamentadas de manera pública, mientras que otras eran indiferentes. O, por dar un ejemplo concreto en términos legales, y siguiendo a Angela Davis, si pensamos que en los EE.UU., el grueso de la población carcelaria es negra, parece que estamos ante un retorno a la esclavitud; o sin ir más lejos la base militar de Guantánamo y sus prisioneros. Aunque Obama prometió cerrarla, pero ahora no está tan seguro...

¿Votó a Obama?

Lo voté sin ningún entusiasmo, críticamente, y lamento que la izquierda en EE.UU. crea que las democracias liberales representativas, es decir las elecciones, forman parte de su propuesta militante. Pero era la única alternativa, y prefiero criticarlo a él, elegí a quién criticar. No me importa ensuciarme las manos con el voto. Es como la cuestión del matrimonio gay, un movimiento muy conservador de hecho, puesto que concibe un universo monógamo, binario, propietario, y de inclusión a la clase media; pero necesito que sea legal, así puedo combatirlo, porque si ahora lo combato estoy con la derecha.

¿Cómo se sale de ese atolladero del progresismo políticamente correcto?

En principio, la no discriminación y la igualdad no son los únicos dos argumentos de la política. La pregunta debería ser por qué el matrimonio gay es el centro del debate y la lucha del movimiento de gays y lesbianas, cuando hay tantos otros temas principales (la violencia contra la gente transexual y transgénero, el suicidio entre jóvenes GLTB –Gay, Lesbiana, Trans, Bisexual–, envejecer fuera de los parámetros de la familia nuclear y no tener apoyo). En términos de igualdad y anti-discriminación habría que apoyarlo, pero si se convierte en la única manera de entender los vínculos personales y la relación social más importante, estoy en contra. Por eso, nunca tomaré posición pública apoyando ni a Obama ni al matrimonio gay. De todas formas, me siento una especie de anarquista, o al menos me gusta saber que cierta parte del anarquismo me usa y usan mis ideas. (Risas). 

O sea, sostiene la idea de que se puede elegir, ¿eso no llevaría a la cuestión de la autonomía del sujeto?

Ese es un desarrollo de mi libro Deshacer el género. Depende de qué esperemos del concepto de autonomía ¿Queremos todavía ser libres de poder hacer algo? La autonomía no es individual y debe diferenciarse del individualismo. Creo que podemos tener la capacidad de auto-determinarnos y auto-gobernarnos como para las relaciones sociales o para el apoyo de las acciones colectivas que ofrezcan una dependencia mutua sustentable. Para ser autó-nomos hay que ser primero heteró-nomos. Le temo a las posiciones que quieren retornar a un individualismo metafísico. Creo que no existe "la elección real". Por ejemplo, quienes eligen modificar su género, eligen dentro de ciertas normas, incluso quedarse dentro de cierto género puede tener que ver con "elegir" tener una vida más fácil de vivir. Pero no creo que haya un "Yo" que emerja, son siempre decisiones condicionadas por normas sociales previas a nosotros. La noción de "elección real" es opresiva porque todos fallamos, nadie puede estar a la altura de tamaña expectativa. Puedo creer que la sociedad no actúa sobre mí cuando elijo, pero esa elección no es autónoma. Dependemos socialmente del medio en el que fuimos formados, no creo que podamos abandonar la sociedad e imaginarnos agentes puros de elección. Autónomo es una palabra demasiado fuerte, porque no soy la base de mi acción, ni soy sujeto soberano. 

¿Es posible seguir organizándose alrededor de la categoría "mujer"?

La idea de que debemos unirnos por compartir un género específico no tiene sentido para mí. Las identidades son siempre un error. Me interesan las propuestas que tienen que ver con la discriminación basada en normas de género. Debemos alienarnos con personas con las que compartimos objetivos, no con personas con las que compartimos el género, en especial en lo que refiere a la igualdad; por ejemplo, los movimientos anti-discriminación y de trabajadores, incluso aunque haya cierto agonismo. Es un error terrible alinearse en la lucha solo en base al género porque además, en cualquier movimiento, siempre hay gente que no es tan radical, incluso feministas sin análisis sobre el racismo o la clase. 

O con un atraso importante con respecto al trabajo sexual, o a la pornografía...

Personalmente no tengo objeciones morales con respecto a la pornografía, del mismo modo que creo que el trabajo sexual es trabajo. Me gustaría que la pornografía tuviera mejores tramas, fuera más experimental. También me gustaría que la gente que trabaja en esa industria tuviera las mismas condiciones laborales que cualquier otro trabajador o trabajadora: protección legal, seguro médico, vacaciones, etc. Me opongo a la pornografía en la medida en la que me opondría a una fábrica que explote a sus empleados. 

¿En resumidas cuentas, nada hay absoluto o a priori?

El derecho a vivir es un derecho absoluto, nadie vivo tiene más derecho a vivir que otra persona viviente. Puede haber todo tipo de dinámicas y desequilibrios, pero el derecho a vivir es la única precondición que reconozco. Lo pienso en el sentido de Theodore Adorno, que no manejaba principios absolutos, y cuya pregunta es cómo vivir responsablemente en este mal mundo, y me parece que eso no se puede contestar sin estar críticamente involucrada. O el duelo, que es también una precondición de la vida, de todas las vidas humanas. Es decir, una re-elaboración del derecho a tener derechos de Hanna Arendt, el derecho a pertenecer a la humanidad, pero en el sentido de ejercer un derecho que no ha sido otorgado, como en el caso del canto de los inmigrantes ilegales de 2006, que también sirva para pensar por fuera y mas allá de un rebrote de patriotismo nacionalista.

ahí están algunos de los temas. salud!

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