Hoy, a 2 de enero de 2008, la portada del periódico celebra que hubo una "baja" en los casos de violencia doméstica, es decir "menos asesinatos de mujeres" que en otros años. También se celebra que nadie muriera en la noche de despedida de año porque esta vez "tiraron menos tiros al aire" y hubo "menos heridos" que otros años. Se celebra la llegada del primer niñito del 2008, de Lares, y se celebra la llegada de un niñito de Loíza que nació saludable a pesar de "llegar antes de tiempo". Si pasa a la sección de "última hora", a la noticia le sigue la muerte a balazos de un jóven de 24 años en el residencial Sabana Abajo.
En el día a día, en los periódicos, al ver los titulares y caminando por ahí... una piensa (y a veces canta) aquella canción de Silvio...
Entre le espanto y la ternura
transcurre todo
lo inapresable con la moldura,
la mano, el codo.
Entre el espanto y la ternura
crece la hiedra
al sano juicio con la locura,
la flor, la piedra.
Entre el espanto y la ternura
la vida canta
una tonada clara y oscura,
profana y santa.
Entre el espanto y la ternura
corre la suerte
con el abajo y con la altura,
con vida y muerte,
con vida y muerte.
Entre le espanto y la ternura
transcurre todo
lo inapresable con la moldura,
la mano, el codo.
Entre el espanto y la ternura
crece la hiedra,
el sano juicio con la locura,
la flor, la piedra.
Entre el espanto y la ternura
la vida canta
una tonada clara y oscura,
profana y santa.
Entre el espanto y la ternura
corre la suerte
con el abajo y con la altura,
con vida y muerte,
con vida y muerte.
Entre el espanto y la ternura
ahí llega el día,
pasan las verdes y las maduras
ay todavía, ay todavía, ay todavía.
Entre el espanto y la ternura,
a hora temprana,
trabaja el hombre pintando cura
para mañana,
para mañana.
Puede escucharla aquí de las voces del Coro de la Escuela Nacional de Arte de la Habana.