10.11.07

El Juez ordena ... y Tito se mantiene en la grúa

Algunas expresiones de la orden del Juez de la Sala de Recursos Extraordinarios que dictó interdicto provisional contra Tito para que bajara de la grúa:

  • “Esta orden emitida al amparo del poder de ‘parens patrie’ persigue proteger la vida y seguridad del demandado quien se ha colocado a sí mismo y a otros en una situación de peligro de muerte o grave daño corporal”

  • “La parte demandante seguirá las instrucciones que tenga a bien darles la Policía de Puerto Rico para salvaguardar la vida y propiedad. Así como también se les prohíbe tomar la justicia en sus manos”

  • si bien el demandado tiene un derecho constitucional a manifestarse en contra de la construcción, este derecho debe ceder ante el derecho constitucional de ellos al trabajo, a devengar un ingreso, a sostener a sus familias y a alimentar a sus hijos. Cabe señalar, que cualquier ilegalidad en los permisos otorgados por las agencias de gobierno no es responsabilidad de los trabajadores”.

  • "si el patrimonio de los puertorriqueños se afecta por el proyecto Paseo Caribe y las agencias gubernamentales no actúan, el foro judicial es el apropiado para determinar la legalidad o ilegalidad de los permisos.”

La vista de interdicto preliminar está señalada para el martes 13 de noviembre a las 10 AM en la Sala del Juez Dávila Vélez en el Tribunal de San Juan. El Departamento de Justicia dice que continúa en su "investigación exhaustiva" sobre la ilegalidad del proyecto. El Movimiento Independentista Nacional Hostosiano convocó a una manifestación en apoyo a Tito el domingo a las 4pm. Tito se mantiene en la grúa.

Entre Argentina y Uruguay

Sigue el conflicto entre estos dos países por la ubicación y puesta en función (ayer) de una fábrica papelera (Botnia, compañía finlandesa) en la frontera. La fábrica está ubicada en Fray Bentos, Uruguay. Del otro lado, en Gualeguaychú, Argentina, grupos se preparan para intensificar las protestas, que llevan ya más de dos años por la ubicación de la fábrica de celulosa. Entre las acciones de protesta que han llevado a cabo los grupos de la localidad "Entre Ríos" (del lado argentino) están los bloqueos de la ruta entre la ciudad de Gualeguaychú y Fray Bentos. Buenos Aires ha llevado el caso a la Corte Internacional de la Haya.

Mientras, en la XVII Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, el Presidente de Uruguay anuncia que mantendrá el cierre de la frontera "el tiempo que sea necesario" y plantea que está en todo su derecho de "hacer lo que tenga que hacer en su territorio". Después de todo, según el Presidente uruguayo, "solo tengo que rendir cuentas al pueblo uruguayo".

Vea los últimos sucesos del conflicto:
http://www.servicios.clarin.com/buscador/jsp/clarin/v9/rc.jsp?fDesde=20071110&tagId=2677&tagTipo=SUBCONTEXTO

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Uruguay/mantendra/cerrada/frontera/Argentina/tiempo/sea/necesario/elpepuint/20071110elpepuint_2/Tes


Sobre los señalamientos de violaciones a los derechos humanos contra activistas ambientales en este conflicto, vea la página de la Fundación Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA): http://cedha.org.ar/es/comunicados_de_prensa/go.php?id=173

9.11.07

Se mantiene en la grúa Tito Kayak

http://www.elnuevodia.com/diario/noticia/puertoricohoy/noticias/no_me_voy_a_bajar/311769

Se viró la tortilla

Antes, la noticia era que Tito Kayak protestaba. Ahora es la Asociación de Constructores la que protesta contra Tito. Es que Tito, una vez más, hace visible lo que no se quiere ver. Está (y estará) trepado en la grúa del proyecto Paseo Caribe en protesta por el silencio/inacción del gobierno (el silencio habla) sobre la planteada ilegalidad del proyecto, la transacción gubernamental sobre terrenos de dominio público y la falta de protección de un patrimonio histórico (el Fortín San Gerónimo). Mientras Tito se mantiene recordándole al país y al gobierno que este asunto no se ha atendido (se dijo que Justicia iba a "investigar") y que la construcción del proyecto continúa, como si no hubiera pasado nada, ahora la Asociación de Constructores es quien exige la intervención del Estado porque Tito lleva a cabo una protesta "en terrenos privados" y detiene la construcción del proyecto. Ahora, para que el gobierno use la fuerza para sacar a Tito, tendrá (al menos deberá!) enfrentar el problema planteado sobre si se trata o no de terrenos de dominio público aquellos donde Tito lleva a cabo su protesta. ¿Hablará/Actuará ahora el gobierno a petición de los constructores?
Cuando los ciudadanos quitaron el portón que privaba el acceso a la playa de Ocean Park, el Gobernador planteó que lo correcto era acudir al Tribunal mediante un injunction para solicitar que se quitara el portón. Nos preguntábamos: ¿porqué tendría un ciudadano particular que acudir al tribunal (con todo lo que eso conlleva) a exigir que se detenga algo ilegal, cuando es precisamente el gobierno quien representa el interés público y debe velar que no se violen las leyes, en este caso la ubicación de un portón en una calle que limita el acceso? Mientras las ciudadanos exigían acción, las agencias se mantenían "investigando" la legalidad del portón y la gente decidió no esperar por estas: lo quitaron. Meses después el Secretario de Justicia confirmó lo que la gente dijo: el portón era ilegal. Pero ya la gente "se había tomado la justicia en sus manos".
En el caso de Paseo Caribe, las autoridades "están investigando", pero el proyecto sigue. La gente decidió que no esperarían mientras la construcción del proyecto sigue. Se constituyó un Tribunal del Pueblo con reconocidos ciudadanos y juristas que analizaron los hechos y sometieron una recomendación al gobierno. No ha habido respuesta oficial. Tito decidió paralizarlo. Es evidente que las autoridades no están respondiendo con agilidad a estos asuntos planteados por la cuidadanía (¿o están respondiendo de esta forma? ¿dejar hacer?) y luego critican el resultado: "la gente se toma la justicia en sus manos"...

5.11.07

Simposio: Panorama de las Ciencias Sociales en Puerto Rico





Jóvenes Invaden Playa Caribe Hilton

Claridad, 26 de junio de 1970. Año XII, Núm. 266, Pág. 3

San Juan – Unos treinta militantes del Movimiento Pro Independencia invadieron el domingo pasado la playa que el hotel Caribe Hilton ha segregado para uso exclusivo de sus huéspedes.

El grupo atravesó el vestíbulo del hotel y se dirigió a la playa enarbolando banderas de Puerto Rico. Uno de los empleados del hotel pretendió detener al grupo y les requirió tarjeta de identificación de huésped o socio del hotel para dejarlos pasar a la playa. Manuel de J. González, portavoz del grupo, le contestó que las playas son públicas y que “nosotros tenemos derecho a disfrutar de lo que le pertenece al pueblo.” Inmediatamente intervino un supervisor del hotel y los “invasores” siguieron su camino hacia la playa.

Un centenar de jovencitos cruzaron a nada desde la playa del Escambrón y pasando por el puente que divide esta playa de la parte cercada por el Hilton, procedieron a bañarse junto a los que hicieron su entrada por el vestíbulo. Los jovencitos, en su mayoría del Caserío Llorens Torres y Puerta de Tierra, no ocultaron su felicidad al poder disfrutar de esa playa por primera vez en su vida. Los muchachitos jugaron con las balsas y corrieron por la orilla durante una hora.

Los turistas y demás bañistas que se encontraban en el lugar no pudieron ocultar su asombro ante la presencia de los inesperados bañistas. Inmediatamente comenzaron a retirarse dejando un gran espacio de separación entre ellos y los puertorriqueños.

El miércoles día 15 un grupo de puertorriqueños, portando la enseña nacional en sus solapas, entraron por el vestíbulo del hotel y disfrutaron de la playa por espacio de dos horas. En ambas ocasiones contingentes de policías rodearon el área pero no intervinieron con los bañistas.

Para el próximo domingo 2 de agosto se ha anuciado, como parte de la campaña de “Las playas para el Pueblo”, una marcha que partirá desde el “Último Trolley” y culminará frente al hotel San Gerónimo donde tendrá lugar un mitin relacionado con la campaña.

FOTO: calce – Jóvenes independentistas invadieron el pasado domingo la playa frente al Hotel Caribe Hilton y proclamaron allí, en presencia de turistas yanquis y la gerencia del hotel, el derecho del pueblo a participar de las ventajas de ese pedazo de playa borinqueña. (Foto CLARIDAD por Camero).

1970: Campaña las playas pal Pueblo

Las campañas en reclamo del acceso a las playas y espacios públicos no son nuevas, aunque hemos corroborado cambios en el discurso y las razones que las acompañan. Del 1969 al 1971, el Movimiento Pro Independencia y luego el Partido Socialista Puertorriqueño inició la Campaña Las Playas pal Pueblo. Denunciaban los planes del gobierno para vender terrenos públicos a corporaciones extranjeras (norteamericanas y japonesas), la falta de acceso a las playas mediante la privatización, quitándole el espacio a las familias puertorriqueñas trabajadoras y la privatización de las playas por las bases militares estadounidenses.
Entrevisté a uno de los líderes de esta campaña, Manuel De J. González, destacado líder del MPI, PSP y del periódico Claridad. Manuel tuvo la gentileza, además, de mostrarme su carpeta. Ese documento que recoje la práctica ilegal y violatoria de los derechos civiles en la que el gobierno, a través de la División de Inteligencia, perseguía y recopilaba cada paso de todo aquel que considerara independentista y socialista o colaborador de estos movimientos. En la carpeta de Manuel se detallan cada una de las reuniones y actividades dirigidas a concienciar sobre el problema de la falta de acceso a las playas para los sectores populares y puertorriqueños en general. En especial, aquí transcribo la recopilación que hizo el agente de inteligencia de lo que él percibió fueron los sucesos del 15 de noviembre de 1970, donde varios manifestantes hicieron desobediencia civil en el Hotel Caribe Hilton, exigiendo que se devolviera la playa privatizada por este hotel para el acceso de todos los puertorriqueños. Más adelante, también les comparto un artículo de Manuel de J. publicado en 1970 en Claridad sobre esta campaña.
Gracias a Manuel por permitirme el acceso a estos documentos y por narrarme su experiencia.

15 de noviembre de 1970

A: Jefe Oficina de Inteligencia
De: Sgto. Teodosio Marcucci
Asunto: Protesta de la FEPI en el Hotel Caribe Hilton
A la 1:30 P.M. de hoy, dio comienzo en el lobby del hotel Caribe Hilton, la actividad programada por la FEPI como protesta al uso de la playa por dicho hotel. Un grupo compuesto por alrededor de cincuenta individuos llegaron a la entreda del hotel con la intención premeditada de cruzar ellobby y llegar hasta la playa.
Este grupo estaba dirigido por Manuel de J. González C-29064.
Al llegar en forma de tumulto a la entrada, el paso les fue bloqueado por guardianes de la seguirdad del hotel, dirigidos por el Sr. Ramos y por empleados del hotel.
Además, llegó un grupo de oficiales y policias dirigidos por el Capitán Crespo. Al impedírseles el acceso al interior del hotel, el grupo se sentó en el suelo y comenzó a cantar canciones patrióticas así como epítetos en contra de los americanos.
Al permanecer sentados en medio del pasillo, obstruyeron por completo el libre paso de personas. Ante esta situación, el Capt. Crespo llamó al líder del grupo, Manuel De J. González, para que razonaran y se movieran. Este no entró en razones y trataron de entrar a la fuerza, agrediendo en su intento al empleados del hotel que le impedían el mismo.
Fue en este instante que los empleados repelieron la agresión con puños y palos, haciendo que el grupo se dispersara. Varios empleados fueron agredidos, lo cual provocó el arresto de 10 personas.
Los arrestados fueron conducidos ante la presencia del Juez Pedro J. Martínez, el cual procedió a acusar a cinco de éstos, dejando sin acusación a cuatro. Uno quedó pendiente por ser menor.

Los acusados son los siguientes:
[Se detalla el nombre y delito imputado a cada manifestante y en la mayoría de las ocasiones, el número de carpeta que la división de inteligencia le había asignado. También se describe a los abogados que los representaron, con su número de carpeta!]
Mientras se llevaban a cabo las vistas en la sala de investigaciones, frente a ese tribunal se montó un piquete compuesto por 45 personas aproximadamente. De estos, 25 portaban cartelones. Los mismos eran alusivos a la brutalidad policiaca y el uso de las playas por el pueblo. (páginas 000689 y 000690).
A continuación la columna de Manuel, publicada en Claridad en 1970.
La Colonia al Desnudo: El Pueblo y las Playas
Por: Manuel de J. González (columnista huésped)
Claridad, 16 de agosto de 1970. Año XII, Núm. 269, Pág. 9

Cuando se inició la campaña por el rescate de las playas para el pueblo, se establecieron algunos objetivos: detener la entrega del Escambrón, la Piscina Olímpica y el Sixto Escobar a una empresa japonesa; obligar a que se cumpla la ley y se abran todas las playas, al uso del pueblo, incluyendo la del Caribe Hilton y las del ejército; que se detenga la construcción de hoteles y residencias en la arena y que se construyan accesos en aquellos lugares donde ya se construyeron hoteles.

Para los ojos de algunos, la campaña parecía concretarse al Caribe Hilton e indiscutiblemente este es el problema que más indigna, pero no es el único. Con respecto al Escambrón ya la Administración de Ferré parece tener concluidos los preparativos para entregarle el área a la empresa japonesa y Dora Matos ha dicho que la playa continuará siendo pública. Públicas también aparentan ser las playas detrás de los hoteles La Concha y El Condado; sin embargo, no existe ningún acceso que permita la entrada libre del pueblo. Si Dora Matos y Ferré quieren evitar las protestas del pueblo sobre ese punto, lo que le corresponde es probar lo que dicen y no precisamente con palabras vagas. Sin embargo, el problema del Escambrón no se reduce al futuro que habrá de correr la playa. Allí están en juego también dos de las pocas facilidades recreativas que tiene la población de San Juan: el viejo parque Sixto Escobar y la Piscina Olímpica, usadas fundamentalmente por la población de Puerto de Tierra que quedaría sin ningún tipo de facilidad recreativa.
Nos enfrentamos a un gobierno—el que se fue y el que está—para quienes el dejar hacer a las empresas capitalistas es algo sagrado. Parece que creen o quieren hacer creer, el viejo cuento de que los intereses del pueblo se garantizarán en el libre juego de la competencia y el mercado. De esto se desprende una ausencia casi absoluta de planificación verdadera. Y como las empresas no se preocupan por la recreación y el esparcimiento del pueblo, estas cosas no existen. Cuando existen y alguna empresa las codicia, no vacilan en cederlas.


En Piñones existe una comunidad asentada allí por largos años. Allí tienen sus negocios, su pesca y su escasa agricultura. Unas empresas yanquis planean construir hoteles de lujo en esas playas y ya el gobierno empezó el desalojo de las familias, la destrucción de la comunidad. Ese es el futuro de todo nuestro litoral playero si el pueblo no se moviliza, protesta y lucha. Esto le imprime importancia mayor a la campaña por el rescate de las playas. Iniciamos la lucha contra un problema que se agranda. Las invasiones al Hilton, aparte de su importancia por el rescate de esa playa, son una advertencia al gobierno de lo que tendrá que atenerse si la política de despojo continúa, si se vende el Escambrón, si no se abren accesos en todos los demás lugares y continúa la entrega de todo nuestro litoral playero.


Pero las empresas no están solas en el despojo de nuestras playas, tienen la competencia del ejército yanqui. Son muchas ya las playas que el ejército o la marina han cercado para uso exclusivo de sus oficiales. Punta salinas, la mejor playa de todo el litoral entre Cataño y Dorado, le fue usurpada al pueblo. En San Juan tienen otra y alrededor de la isla muchas más. Sobre estas gentes tampoco aplica la fuerza de la ley puertorriqueña que violan con la desfachatez. Contra esa injusticia también se dirige la campaña y se concentrará en los próximos meses.


Cuando iniciábamos la campaña por el rescate de las playas, algunos compañeros se cuestionaban su efectividad aduciendo que ese no era un problema de capital importancia y que el pueblo no iba a preocuparse por recrearse cuando tiene problemas más graves. Estos compañeros parecían no entender que el pueblo también tiene derecho a divertirse a pesar de su miseria y que si alguien tiene derecho a utilizar las playas de Puerto Rico son precisamente los puertorriqueños. Aquí está en juego la defensa de un patrimonio y el derecho del pueblo a utilizarlo. La respuesta a los compañeros que cuestionaban la campaña la ha dado la propia población de los sectores pobres cercanos a las playas. Son ellos los que tienen que apiñarse domingo tras domingo en El Escambrón o en Isla Verde mientras los yanquis disfrutan a sus anchas todas las otras playas. Esta gente ha hecho suya la campaña y la continuarán, han entrado con nosotros al Hilton y entrarán por su cuenta. Ahí está nuestro triunfo mayor.

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