18.9.10

Sacar los crucifijos de los tribunales

'Sacar los crucifijos de los tribunales' es el título de un reportaje-entrevista en el periódico argentino Página 12, en el que la periodista Mariana Carbajal entrevista a la Jueza del Tribunal Supremo argentino, Carmen Argibay. La Jueza contesta preguntas sobre la equidad de género y explicita sus perspectivas sobre la (mal)influencia de la iglesia en los tribunales.

Fuera los crucifijos de los tribunales en un Estado laico y plural. Fuera las invocaciones y los rezos en una institución que está llamada a atender con criterios laicos la adjudicación de los derechos de todos y todas, incluyendo los de ateos y ateas, los religiosos no-cristianos, los agnósticos, entre otros y otras, en una sociedad democrática y plural.

Transcribo la entrevista completa, a ver si nuevos referentes nos convocan a problematizar mucho de lo que aquí se ha normalizado. Cuándo será el día que saquen las invocaciones y los crucifijos de nuestros tribunales!.
---
Reportaje abierto a la jueza de la Corte Carmen Argibay, para hablar sobre cuestiones de género

“Sacar los crucifijos de Tribunales”

Sometida a preguntas de dos periodistas, Argibay se explayó sobre las razones por las que es necesaria una ley de aborto, acerca de la trata en el negocio de la prostitución y de la influencia de la Iglesia en Tribunales.

/fotos/20100918/notas/ww06fo01.jpg
La jueza Carmen Argibay cerró el V Encuentro Nacional de Periodistas de Argentina en Red (PAR).

La sociedad está dispuesta a debatir la despenalización del aborto. El temor es de los políticos, sobre todo de los creyentes. El razonamiento lo desarrolló Carmen Argibay, ministra de la Corte Suprema de Justicia, durante una entrevista abierta que cerró el V Encuentro Nacional de la red PAR-Periodistas de Argentina en Red por una comunicación no sexista. Atea confesa, feminista, descontracturada, antítesis del arquetipo de los jueces argentinos, Argibay respondió durante dos horas preguntas de Mariana Carbajal, periodista de Página/12, y de Liliana Hendel, de Telefe.

–¿De qué manera la Justicia puede cambiarle la vida a una mujer?

–El Poder Judicial impacta mucho y mal en la vida de las mujeres. En las facultades nos han enseñado derecho desde el punto de vista masculino. Esto tiene que cambiar, está cambiando. Desde la oficina de la mujer de la Corte hemos organizado cursos de capacitación con perspectiva de género. ¿Por qué? Cuando un señor denuncia que le robaron implícitamente se le cree, pero si una mujer denuncia violencia lo primero que se piensa es que miente. Este tipo de cosas se naturalizan. Por eso la Corte creó la oficina de violencia doméstica.

–Se señala la necesidad de abrir el debate en el Congreso por la despenalización del aborto. ¿Por qué tanta resistencia de los políticos?

–Creo que tienen miedo al cambio. Las encuestas muestran que la mayoría de la sociedad quiere que se debata y cree que el aborto clandestino y sin asepsia es la causa de la muerte de muchas mujeres jóvenes, pobres e ignorantes. Pero ese grupo de mujeres no tiene poder. Y hay otra cosa: la “santa madre”. No quiero herir sentimientos, todo el mundo sabe que soy atea. La “santa madre” todavía tiene mucha fuerza y ha llegado a amenazar con la excomunión a legisladores, por ejemplo para no votar mi nombramiento. Hay gente a la que le importa, es parte de su vida, de sus creencias, su fe, que es muy respetable que la tengan.

–Desde lo político, ¿hay un escenario propicio para llevar el tema al Congreso?

–Sí, la sociedad ha tomado conciencia de lo que significa no tener una ley de aborto razonable y también de que es posible dictar leyes que signifiquen no una obligación sino un permiso, como con el matrimonio igualitario. Nadie obliga a casarse, es un permiso, lo usa quien quiera. Si la Iglesia se opone al aborto, que se oponga para sus fieles, ¿pero por qué va a obligar a los demás?

–El gobernador de Salta estableció la educación religiosa obligatoria en las escuelas públicas. ¿Es constitucional?

–No, el Estado es laico. Quien quiera dar educación religiosa a sus hijos, de cualquier religión, puede mandarlo a una escuela confesional o enseñarle en su casa, pero la escuela pública no puede ser confesional. Hoy analizábamos ese tema con el presidente del Consejo de la Magistratura y con mi colega Elena Highton diciendo “tenemos que sacar los crucifijos de la sala de audiencias”... (la sala, un centenar de personas, mayoría femenina, estalló en aplausos).

–¿No hay una ley que obliga a mantener un crucifijo o virgen instalada?

–No, ya sacamos una. Soy funcionaria de un Estado laico y recibo gente que puede tener todas las religiones o ninguna, eso es libertad de culto. Tener un símbolo religioso condiciona. En un tribunal oral los testigos juran por sus creencias, no le preguntamos cuáles, pero atrás hay un crucifijo que puede influir mal, el testigo puede considerarlo una discriminación. Además, no tiene sentido porque el Estado es laico.

–¿Cuáles serían los argumentos de más peso para debatir la despenalización del aborto?

–La muerte: es la segunda causa de muerte de personas jóvenes. Usaría otro, pero no van a dar bolilla: las mujeres no tenemos derecho a decidir. El principal es tratar de evitar la muerte de jóvenes que por no haber tenido educación sexual enfrentan un problema que no pueden solucionar de otra manera. Los números son muy fuertes.

–¿Es partidaria de penalizar a los clientes-prostituyentes?

–Sí, pero hay otro problema con el tema prostitución: la trata. Estamos intentando convencer a jueces y fiscales sobre el modo de tratar a la víctima, que parece que fuera la culpable. El cliente debiera ser penado, es partícipe de mantener a la mujer en situación de inferioridad, indefensión y vulnerabilidad, pero no todo debe pasar por el Código Penal. La Justicia penal no resuelve problemas. Las organizaciones de trata son muy poderosas. Es imprescindible instalar el tema, no lo veo instalado. Y es importante dejar de repetir que tenemos programas magníficos para la trata si los programas no tienen presupuesto ni personal especializado.

–¿Qué cambió con la llegada de dos mujeres a la Corte?

–El trato en la Corte es diferente, el lenguaje ha cambiado, las actitudes, hay más amabilidad, más alegría y hemos iniciado cosas que no se hicieron nunca, como la oficina de violencia doméstica, que funciona a pleno los 365 días del año. Yo me hice cargo del Cuerpo Médico Forense, en estado calamitoso y sin un reglamento, y ahora Elena (Highton) se está ocu-pando de los peritos contadores. Eso se hizo porque las mujeres nos arremangamos y dijimos “hay que hacerlo”.

Primera reunión ProBono ONDA

15.9.10

estudiantes de derecho: mañana a las 3pm

columna: La crisis y los derechos (Efrén Rivera Ramos)

La Crisis y los Derechos (columna en El Nuevo Día)
Efrén Rivera Ramos
Catedrático UPR

15 Septiembre 2010

Las crisis y los derechos



Las respuestas gubernamentales a las crisis pueden tener efectos devastadores para los derechos de los ciudadanos. Abundan los ejemplos en los que los recortes fiscales, la disminución de los servicios, la privatización y medidas similares vienen acompañadas de reducciones en los derechos.

Ello es explicable. Los derechos, sobre todo los civiles y políticos, como los de expresión y asociación, que sirven para canalizar la protesta, constituyen una molestia para quienes interesan despacharse el bizcocho económico con la cuchara grande. De ahí la proliferación de prácticas y medidas represivas de toda índole.

También se ven menoscabados los derechos sociales y económicos, como el derecho al trabajo, a la salud y a la educación, que son los instrumentos normativos necesarios para articular los reclamos de los más necesitados.

El despido masivo de empleados públicos sin atención al principio del mérito, las reformas de las leyes laborales para desproteger a los empleados del sector privado y el empobrecimiento de la educación pública constituyen ejemplos recurrentes. La represión y la desigualdad hacen, pues, su aparición tomadas de la mano.

Cuando la crisis es política, la tentación de constreñir los derechos es todavía más patente. En algunas circunstancias, lo que pretenden los gobiernos es defender a toda costa el estado de cosas vigente, reprimiendo, a veces violentamente, los reclamos de cambio a favor de los más desfavorecidos. En otras, se hace todo lo contrario. Se intenta desmantelar las instituciones que sirven de garantías a los derechos con el fin de instaurar una nueva realidad política afín con los intereses de los que gobiernan.

Las crisis sociales, reinterpretadas oficialmente como crisis de seguridad en el sentido policiaco, pueden, por otra parte, constituir la excusa perfecta para proponer, a veces con respaldo popular, el abandono de derechos personales y colectivos que son el fruto de esforzadas luchas del pasado.

Cuando la crisis tiene como base la debilidad de las instituciones, el ataque contra los derechos se torna más ominoso aún. En esas situaciones, las personas afectadas por los atropellos no podrán contar con instituciones fuertes a las cuales acudir para que les ayuden a garantizar el disfrute efectivo de sus derechos.

Entre esas instituciones habría que contar a los sindicatos, las asociaciones profesionales, los tribunales, la prensa, las universidades, sobre todo las públicas, y los movimientos sociales de diversa índole.

De ahí que los gobiernos que ven cuestionadas seriamente sus políticas económicas y sociales cedan a la tentación fácil de intentar debilitar o desmantelar aquellas instituciones que puedan hacerles frente.

Pero más peligrosa que la violación de determinados derechos, es la amenaza que las situaciones de crisis le plantean a la idea misma de los derechos. Es común que los sectores gobernantes, al igual que los grupos dominantes económica y socialmente, comiencen a propalar un discurso cuyo objetivo es desvalorizar el concepto de los derechos como principio organizador de la comunidad política.

Los argumentos suelen girar en torno a privilegiar nociones como la seguridad pública, la estabilidad económica, la competitividad, la preservación de la moral o el apoyo a la familia tradicional como valores que deben tener primacía sobre los derechos de los ciudadanos, los trabajadores, los consumidores, las minorías sexuales o simplemente los diferentes.

Por eso vemos llenarse los registros legislativos de proyectos de ley de toda índole dirigidos a disminuir o sencillamente suprimir los derechos.

Una estrategia discursiva recurrente es intentar anular la idea de los derechos sustituyéndola con el paradigma conveniente del culto supremo a la voluntad electoral de las mayorías. Según ese criterio, basta haber obtenido un triunfo electoral abrumador para tumbar cabezas, es decir derechos, a troche y moche.

Puerto Rico, por supuesto, no está ajeno a estas realidades. De ahí la necesidad de la vigilancia y la lucha constante por defender no sólo los derechos ya ganados, sino los que nos falta por conquistar.

13.9.10

Revista Polimorfo Vol 2. (!!)

Anunciamos la llegada del volumen 2 de la Revista Polimorfo: Otras Alternativas, Otros lugares. (ArqPoli)

Felicitaciones a Marcelo López Dinardi y a Oscar Oliver Didier, así como a todos los colaboradores y colaboradoras por este gran número. Sigue el editorial y el Índice.

salud!

OTRAS ALTERNATIVAS, OTROS LUGARES


Recientemente, el concepto de crisis parece haber invadido muchos ámbitos disciplinarios y escenarios comunes. Cada día nos bombardean con el términocrisis, seguido de inmediato por señalamientos, nombres y acusaciones sobre quiénes son los culpables y, cada vez más, sobre quiénes no hacen lo suficiente o incluso hacen demasiado. Sin embargo, no debemos olvidar que los excesos, muchos de ellos reflejados en la práctica contemporánea del diseño, han alcanzado un nivel de irrelevancia, ranciedad social y abandono político sumamente peligroso para las ciudades y la sociedad en su conjunto. El diseño como medio de enfrentamiento y compromiso crítico fue reemplazado demasiado pronto por la arquitectura como mera maniobra formal, separada de los programas y la investigación, convertida en un artículo de consumo al servicio del hambre simbólica del capitalismo. Occidente – como ya se le conoce ampliamente – fue en gran medida responsable, durante muchos años, de apoyar los intereses privados y manejar inadecuada e irresponsablemente los mercados de crédito y de capitales. Sin embargo, no debemos olvidar que la arquitectura también jugó un papel significativo en esta espiral descendente, colaborando con los excesos del diseño para las élites sociales y participando ciegamente en el desarrollo de imágenes corporativas para ciudades. Pero, ¿qué alternativas tenemos? Tras décadas de autonomía formal, desconexión, actitudes “proyectivas” e indiferencia ante los asuntos éticos y teóricos, ¿dónde podemos buscar?


Para que Occidente atienda responsablemente cualquier asunto, en calidad de agente difusor de nuevos postulados y alternativas para esta crisis percibida, primero tiene que aceptar y reconocer que necesita incorporar alternativas foráneas en su repertorio de transformación y evolución. Resulta obvio que la lista debe incluir a China y a la India, así como a las demás economías emergentes, pero podría haber más respuestas en escenarios donde los problemas y la crisis son exponencialmente mayores y muchísimo más complejos, principalmente por su limitado acceso al capital.


Si Europa y los Estados Unidos sienten la necesidad apremiante de crear modelos arquitectónicos nuevos y comprometidos, antes tendrán que contemplar y escudriñar todos los lugares que decidieron ignorar durante años, incluso décadas. ¿En qué parte de sus debates y publicaciones se vislumbra un mero atisbo de lo que está ocurriendo con el capital y sus representaciones sobre el “cuerpo” en Rusia? ¿Qué consideración, si alguna, se le da a la Ciudad de México y a sus problemas de transportación y densidad poblacional, o bien al manejo de una herencia literaria y arquitectónica tan heterogénea? ¿De qué manera están las estrategias microconceptuales más vinculadas y comprometidas con la arquitectura y la urbanidad que la mayoría del personal de diseño de las corporaciones de arquitectos? ¿Cómo es posible considerar una estrategia olímpica para la ciudad, mientras se siguen incorporando el desplazamiento irresponsable de comunidades y la falta de compromiso social como medio para ganar una licitación? ¿Qué observaciones críticas se plantean sobre el Caribe y su elevada exposición a los resultados de la crisis medioambiental, como lo son los terremotos, los tsunamis, las inundaciones y los huracanes? ¿Qué rol tienen otras disciplinas en radicalizar la inteligencia de la arquitectura?


Todas estas preguntas tienen cabida en la presente edición de Polimorfo, donde se plantean paradigmas éticos, comprometidos y críticos como foro de discusión encaminado al desarrollo de una posible y responsable dirección para la arquitectura.


POLIMORFO V. 2

Índice / Index

Postales de la tierra condenada / Postcards from the Stricken Land
Miguel Rodríguez Casellas

Escaparatismo: arquitectura para producir el objeto fútil
Patricia Villanueva

Repensar la vivienda para la masa crítica / Rethinking Housing for the Critical Mass
Marcelo López Dinardi

¿Algo hubiera sido distinto en Chicago 2016?: Propuestas olímpicas que evitan el desplazamiento social y el aburguesamiento urbano / Would Chicago 2016 have been any Different?: Olympic Proposals that Undermine Social Displacement and Urban Gentrification
Oscar Oliver Didier

Scripted Space, Scripted World
José Pagán Rovira

La cotidianidad opresiva: la catástrofe para incitar un estado idílico
Saúl J. Franqui Atiles

Ensamblar Plug City / Assembling Plug City
T. Sebastian Grøgard

Arquitectura en tránsito, asentamientos de emergencia / Architecture in Transit, Emergency Settlements
Oscar Ramos

CIUDADLAB: Utopía en Moscú / CIUDADLAB: Utopia in Moscow CIUDADLAB

Revisitando la retórica arquitectónica de la neovanguardia / Revisiting the Rhetorical Masters of the Neo Avant Garde
Oscar Oliver Didier

Recesión del sentido: ¿qué es lo próximo? / Sense Recession: What Comes Next?
Marcelo López Dinardi


Artículos / Articles

Infraestructura reflexiva / Reflexive Infrastructure
Stephen Ramos

La ultrarruina / Ultra Ruin
Marco Casagrande

La ciudad fortuñista y la lógica de la hiper planificación / The Fortuñista City and the Logic of Hyperplanning
Deepak Lamba Nieves

Desayuno Calle: situación y confrontación / Desayuno Calle: Situation and Confrontation
Huáscar Robles / Andrea Bauzá

‘De-Facebook-ing the Matter’: sociedad del conocimiento, ciudad y letra en Puerto Rico / De-Facebook-ing the Matter. Society of Knowledge, City and Letter in Puerto Rico
Dorian Lugo

Proyectos / Projects

SMAQ Pragmatismo ambiental e hibridización formal / Environmental Pragmatism and Formal Hibridization

Ecosistema Urbano Confort climático y espacio público / Climatic Comfort and Public Space

Basurama + CIUDADLAB RUS San Juan / RUS San Juan


A Fondo / In Depth

Ranking Bulls: contratendencias autoregresivas en la educación del arquitecto
Miguel Rodríguez Casellas

Intersecciones urbanas. Salvador Novo y Mario Pani: entre la autobiografía clandestina y la arquitectura utópica del multifamiliar
Juan Gelpí

Mobius Geographies: A Topological Reading of the City and a New Take on Koolhaas’ “Atlanta” Essay
Oscar Oliver Didier

Breve / Brief

El proyecto del Caño es de todos / The Caño Martín Peña Project Belongs to All of Us
Norma I. Peña Rivera

La clave: lo patrimonial y las relaciones de poder / The Key: Heritage and Relations of Power
Érika Fontánez Torres

La arquitectura de la diversidad / The Architecture of Diversity
Marcelo López Dinardi


Entrevista / Interview

Entrevista a Mitch McEwen / Interview to Mitch McEwen

poder, espacio y ambiente's Fan Box