28.10.07

Los barrios de San Juan




La Perla, Puerta de Tierra, Cangrejo, Martin Peña, Cantera. ¿De dónde surgen? ¿Qué llevó a esos hombres y mujeres a ocupar ese espacio, a darle significado, a darle identidad? ¿Quienes eran? ¿Qué rostros tenían? Esos barrios de nuestra San Juan, hoy asediados, pero aún firmes en reclamar su espacio y su identidad, ¿por qué?

Quien mejor que mi arquitecto favorito para responder a algunas de estas interrogantes. Acudí a la obra de Edwin Quiles, el arquitecto de los barrios, de las comunidades. Edwin publicó hace unos años San Juan tras la Fachada: Una Mirada desde sus espacios ocultos (2003). No lo había leído, por falta de tiempo, pero ahora, en mi trabajo sobre el espacio y la [i]legalidad, resulta lectura obligada. Además, la lectura de este libro permite entender las controversias, hoy en todo su apogeo, sobre el desplazamiento de algunas de estas comunidades, como por ejemplo las expropiaciones en Santurce (Cangrejo), los intentos por desplazar a otras (La Perla) y los mecanismos de alerta que otras han tomado algunas ante la amenaza (Cantera, las del Caño Martin Peña). Aquí les resumo algunos de los puntos de Edwin que ayudarán a entender estos contextos, estos barrios y la ciudad...

En su último capítulo, titulado Los barrios populares, Edwin Quiles nos recuerda que si bien el desarrollo del San Juan del SXIX tuvo como principal promotor el capital privado, los sectores populares tuvieron una participación complementaria. Los sectores populares "fueron productores de ciudad, al construir lugares para vivir y darle nuevos contenidos y significados a los sitios que habitaron...." Para Quiles, "los pobres desarrollaron los territorios y las redes que convirtieron en lugares para la vida. Los pobres, por la propia necesidad de redefinir sus contextos y adecuar los territorios que muchas veces forzosamente ocupan, adaptan la forma de sus espacios a sus propios contenidos".

Así nació La Perla. Aprovecho para resumir lo que expone Edwin sobre el nacimiento de La Perla:

1. Su nombre surge del fortín que había en la costa.
2. Fue uno de los primeros barrios populares
3. Se construyó en terreno escarpado frente a la parte norte de la muralla, entre el Fuerte San Cristobal el cementerio.
4. Los primeros pobladores (mediados del S. XIX), eran trabajadores del matadero.
5. Su ubicación, fuera de los muros de la ciudad, significaba un escape de las regulaciones y códigos de urbanización; brindaba la oportunidad de hacer trabajos restringidos dentro de la ciudada amurallada como crianza y matanza de cerdos
6. Por su condición topográfica accidentada, el suelo rocoso y el control de los militares, tardó en desarrollarse. Fue en el nuevo siglo que se consolidó como asentamiento, a raíz de otra migración de trabajadores que buscaban el desarrollo comercial ante la caída de la economía agrícola y rural.
7. La presencia de familias de soldados, el empleo en los puertos y el sector de servicios durante la Primera Guerra Mundial propició su desarrollo.
8. Ocupó toda la frnaja de terreno disponible, llegando a construirse sobre las aguas y sobre terrenos antes ocupados por el vertedero de la ciudad.
9. No representaba problema para los planes de revitalización del gobierno intramurallas pues La Perla estaba escondida, detrás de los muos defensivos. No era parte del paisaje urbano. p. 147.
Ya desde una óptica más macro, Quiles nos lanza la siguiente pregunta: "Ante la persistencia de La Perla de otros barrios propulares.. ¿porqué subsisten? ¿Porqué insisten los pobres en construir y fundar poblados en terrenos que no les pertenecen? ¿Qué eran estos barrios?... ¿Cómo eran sus pobladores?...". Nos contesta:

"En su relación con la ciudad, los barrios toman referencias de ésta, reinterpretando sus códigos. No obstante, su vinculación a la ciudad, los espacios de la oficialidad, los barrios mantienen una dualidad. Esta condición ambigua entre el ser y no ser ciudad, entre el querer y no querer serlo, es parte de su estrategia de sobrevivencia, es una manera de afirmar su identidad personal y colectiva. De ahí que desde afuera se les vea como contradictorios a los proyectos de ciudad, cuando en realidad son construcciones complementarias."
Más concretamente sobre el significado de los barrios, Quiles nos dice:
"Los barrios, si bien son marginados por los procesos de mercantilización del suelo, buscan crear espacios alternos desde donde resistir las condiciones impuestas por el poder dominante. Desde esta perspectiva los barrios populares son construcciones que sustenantan la base de poder de los subalternos. Este sitio de resistencia es una respuesta crítica a la dominación. Según bell hooks, este sitio es un espacio al que se llega a través del sufirmiento, el dolor y la lucha."
"Los barrios fueron la propuesta de los pobres que necsitaban vivir cerca de los lugares en donde había trabajo, pero no podían pagar el alquiler de una vivienda, ni adquirir un terreno donde construir legalmente, y por lo tanto aquilaban los terrenos o los ocupaban ilegalmente."
...
"Los barrios populares, como ciudad, son lugares desde donde se asumen y validan formas de vida, de pensar, de legitimidad y de estética. Son lugares desde los cuales se construye el poder que se ejerce en la vida cotidiana. En ello radica uno de los valores más importantes: la capacidad para sostener las bases de la supervivencia, la identidad y las redes de solidaridad, elementos necesarios para fundamentar la apropiación de la ciudad."

fotos: Colección Claridad; Biblioteca Digital UPR

Taller: Oportunidades de participación bajo la Ley de Arena, Grava y Piedra



Son muchas las comunidades que enfrentan serios problemas de salud y pobre calidad de vida ante la operación de canteras. Estas comunidades que ya sufren el embate de la contaminación y manejo inapropiado de la operación de canteras y plantas procesadoras. San Lorenzo y Juana Diaz son casos dramáticos. Son también estas comunidades las que actualmente se están enfrentando a la ampliación de estas operaciones. El asunto plantea una cuestión de justicia ambiental muy importante. Si hay algún ejemplo en Puerto Rico de los problemas que ocasiona el desparrame y la no planificación del uso del suelo, es el de las comunidades que colindan con estas actividades intensivas de extracción de material de la corteza terrestre. Es importante que la ciudadanía conozca las alternativas legales para participar en la toma de decisiones sobre la propuesta ubicación de una cantera y cuáles son los requisitos y deberes que la ley le impone para su operación. Ante esta situación, les invitamos al siguiente taller:


El Programa ProBono de la Escuela de Derecho de la UPR y la Asoc. Nacional de Derecho Ambiental (ANDA) les invitan a participar del Taller: Instancias de Participación Ciudadana bajo la Ley de Arena, Grava y Piedra, y luego al recorrido por algunas de las 15 canteras que operan en el municipio. Este Taller y Recorrido se ofrecerá en San Lorenzo a beneficio del Movimiento Samaritano en Defensa de la Ecología y el Ambiente, así como para todo grupo comunitario o individuo que desee conocer sobre los impactos, permisos, evaluaciones ambientales e instancias de participación ciudadana relacionadas a las canteras, areneras, graveras y procesadoras en Puerto Rico.

El Taller se ofrecerá el sábado, 3 de noviembre de 2007 de 10am-12m en el Salón de Conferencias de la Iglesia Pentecostal de San Lorenzo, y el Recorrido será de 1:30pm-3pm. Para información adicional, puede comunicarse por este blog o con Rafael Cancel Vázquez rafacancel@gmail.com.


¿Cómo es la vida en una cantera?


Vean lo siguiente, tomado de un reportaje especial de Mario Santana Ortiz, publicado en El Nuevo Día en septiembre 2007 (la foto arriba de la vista aérea de la cantera Hiram Rivera en Juana Diaz, es tomada de ese reportaje especial):


JUANA DIAZ - ¿Cómo es la vida al lado de una cantera? En el barrio Guayabal tienen tres y una lucha comunitaria por sacarlas. El Nuevo Día pasó parte de un lunes allí.


5:30 a.m. - Decenas de camiones de carga permanecen a orillas de la carretera PR-149, la principal ruta entre Juana Díaz y Villalba.


5:55 a.m. - Sube el primer camión por la carretera PR-552.


5:57 a.m. - Suben varios camiones. Jorge Ariel Torres, líder del principal grupo comunitario que se opone a las canteras, dice que han contado más de 400 viajes de camiones, de ida y vuelta, en un día.


6:00 a.m. - Suben 10 camiones en fila india. Desde un patio frontal, frente a la carretera PR-552, se siente el olor a diesel. Los carros tienen que echarse a la orilla para dejar paso a los camiones. “Esto es así, de lunes a sábado”, dice Torres. Son 12 horas de actividad diaria en las canteras.

Entre todos los sectores de Guayabal viven unas 5,000 personas, añade el líder comunitario.

6:21 a.m. - Pasa un camión que asperja agua por la carretera.

6:25 a.m. - Han subido en menos de media hora más de medio centenar de camiones. Ahora son esporádicos. Alma Cintrón, cuya casa está frente a la carretera PR-552, muestra un frasco. Dice que el polvo que hay dentro es del que ella barre todos los días en el balcón. Toca una columna del balcón y se le manchan las manos de negro. Cuenta que su madre, de 93 años, es asmática crónica. “Es horrible. La gente nos pregunta por qué no nos mudamos, pero habría que mudar el barrio entero”, dijo.


6:50 a.m. - Ya bajan camiones con su carga de agregados. La tienen cubierta con un toldo. Algunos no hacen el pare en la intersección de la PR-5552 y PR-552.

El barrio tiene una escuela elemental, la Francisco Prado Picart. Torres dice que los maestros a veces tienen que parar la clase en lo que un camión pasa, para no competir con el ruido.

7:45 a.m. - Luz María Cruz González vive en el sector Cuevita, a pasos de la entrada a la cantera Canarico. Padece de sinusitis crónica y de una condición pulmonar que la obliga a usar bombas con las que se administra broncodilatadores. Es sobreviviente de cáncer. Lleva sus 52 años en el sector.

Su hermana, Adriana, vive dos casas después. Ella apoya las canteras. Afirma que el polvo molesta, pero que los que trabajan allí son del barrio. Algunos eran obreros agrícolas en Estados Unidos. También dice que en Canarico le regalan “arena y cascajo”.

Adriana padece de sinusitis. Lo más que le molesta son los humos de los camiones. Cuando descubre que algún camionero ha dejado su vehículo prendido a la entrada de Canarico, al lado de su casa, le pide que lo apague o llama a la cantera para que lo haga.

9:53 a.m. - En el sector El Baldío, la comunidad más cercana a la cantera Hiram Rivera, la carretera PR-552 se estrecha y tiene casas a ambos lados. José Cruz, residente de sector, pasa un dedo por el tablillero de su sala. El dedo se llena de un polvo grisáceo. “Polvorín hay dondequiera”, señala su vecina del frente, Wanda Cosme. Ella defiende las canteras. Dice que los que se quejan son los que no trabajan allí y que el barrio tiene problemas más importantes, como el desempleo. La oposición a las canteras lo que ha traído es discordia en el barrio, añadió.


Evelyn Cintrón lidera el grupo de El Baldío opuesto a las canteras. Dice que en su casa se sienten las detonaciones de explosivos. Hace dos años -añade- se cayó parte del empañetado del techo con uno de esos estallidos. Asegura que a ella, su esposo y su hija de 26 años les ha salido dermatitis. Sus tres nietos, de entre 8 y 2 años y que viven en la casa, padecen de asma. Su esposo sufre de sinusitis. Consideraron mudarse, pero “nadie va a darme lo que vale esta casa”.

10:30 a.m. - Torres lleva a El Nuevo Día a un área donde hay un bosque de rocas. Geólogos le han dicho que éste es el sistema de piedra caliza más antiguo del País. Cuenta que a un sistema similar en España lo han preservado y se llama “Bosque encantado”. Está seguro de que aquí se puede desarrollar un proyecto ecoturístico que deje más empleos que las canteras.

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