12.7.08

historias con cárcel

Los martes 8,15 y 22 de julio por Canal 6 (TUTV) a las 7:30 pm
Líneas de fuga, presenta el documental:

Historias con cárcel

Protagonistas:
Iraida Rodríguez Santos (Vega Alta)
Mario Rivera Dide (Correccional 501)
Kennef Soto Alicea (Anexo 292)
Emily Figueroa Colón (Vega Alta)
Karla Díaz Santiago (Vega Alta)

Y con la participación de los profesores Fernando Picó y Malena Rodríguez Castro y la fiscal federal Jacabed Rodríguez Coss.

No te lo pierdas y riega la voz a tus amigos, vecinos y familiares. Si estas fuera de Puerto Rico lo puedes ver en:

http://www.tutv.puertorico.pr/tutv/tutv_online_a.htm

Maria Judith y Tito

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Sobre las historias con cárcel
Arcadio Díaz Quinoñes

Historias con cárcel es un excelente trabajo documental que merece ser visto y
largamente comentado. Las entrevistas que en él se presentan incitan
a explorar en todas sus implicaciones la situación de las jóvenes
mujeres y hombres que cumplen condena en las prisiones
puertorriqueñas.

Uno de sus muchos logros es que saca el
debate sobre la delincuencia del marco estrecho de las estadísticas y
lo coloca en el complejo marco humano, político y social que le
corresponde. La suma de las entrevistas a los presos, a las familias y
amigos, y también a los profesionales e intelectuales que intervienen
aquí, lleva a repensar la institución carcelaria. Pone a la cárcel
puertorriqueña en relación con el amplio debate sobre los valores de la justicia,
la comunidad y la esperanza en una sociedad que aspira a ser democrática.

Creo que podrían destacarse tres aspectos esenciales de estas Historias con
cárcel . El primero es el respeto a la complejidad de los individuos
que aquí tratan de decir su verdad, y que a veces sólo pueden decirla
callándola. Lo dicho en estos diálogos es tan importante como lo no
dicho. Los recuerdos de quienes hablan apuntan a una memoria
desgarrada, con momentos estremecedores.

En segundo lugar, los marcos sociales de esa memoria están sutilmente
sugeridos por lasvoces de la familia o por miembros de la comunidad, por las formas y
el tono en que hablan, y por sus gestos. En ese sentido, los lugares,
los rostros y los gestos captados por la cámara que circula
respetuosamente son muy sugerentes.

Por último, este es un trabajo que muestra diversos lenguajes y relatos, el habla de los
presos, que a ratos se convierte en susurros confidenciales, y el
lenguaje de los profesionales. En ese sentido este trabajo le ofrece
al espectador un campo de encuentros y tensiones múltiples.

Este documental demuestra hasta que punto nuestras ideas y pre-juicios
sobre el delito, la verdad y la cárcel dependen en buena medida de las palabras
que nos han formado. Ver esas imágenes y escuchar esos lenguajes, permitirá
seguir hablando sobre una experiencia central y trágica de la vida
puertorriqueña.

9.7.08

buenos aires: lo visible/invisible







Antes de irme a Buenos Aires -hace exactamente dos semanas- estaba leyendo el nuevo libro de Eduardo Lalo, Los Países Invisibles (Premio de Ensayo Juan Gil-Albert-Ciutat de Valencia 2006). Ya había comentado algo sobre otros dos libros de Lalo por el blog, en alusión a sus miradas de la ciudad (Dónde y Los pies de San Juan). En este nuevo ensayo, Lalo nos lleva a una mirada a ese Otro de Occidente a través de lo que él llama las ciudades hipervisibles, copias de las auténticas, vacías, muertas, porque no son sino mito, y -desde una función narrativa-filosófica- critíca, nos presenta cierta miopía de esas grandes ciudades que no pueden reconocer "la ficción de su invención, de sus leyes y de su grandilocuencia" (Londres, Venecia, por ejemplo). Se dirige entonces a esas Otras, las ciudades y los países invisibles, aquellos con posibilidades de encontrar elementos discursivos liberadores de las imposiciones simbólicas del Occidente geopolítico.

Hiperconsciente de lo que al momento había leído de Lalo, me fui a Buenos Aires (con propósitos académicos, valga aclarar por si acaso) con todo el entusiasmo de encontrar allí visibilidad, no aquella ficticia de la Venecia (Lalo alude a una Venecia muerta) descrita por Lalo, sino visibilidad en lo invisible (¿?). Y antes de irme quedé, en el primer acercamiento a este libro, con una cita de Lalo en reacción a otra de Ray Monk en atención al trabajo de Wittgenstein:

"¿No constituirá nuestra tarea la de exorcisar la condición que hace que, lo que esté frente a ciertos ojos, se convierta en una estructura opaca que borra sus contornos y, que aún así, paradójicamente, da un mensaje que se pone en papel, con la actitud escencialista del escriba, y que dice en un diálogo de sordos: "Esto que no ves basta y sobra para que no veas más" y "Esto que no te ve y ves es el mundo, no hace falta añadirle nada a lo que ya te incluye como un olvido"". (en Lalo: 2008, 17).



Bueno, a Buenos Aires fui con el objetivo de hacerme parte del panorama viviendo un ratito la ciudad, desde la inescapable otredad, pero con ánimo de ver más allá de las famosas parrilladas argentinas, la copia de vino y los pasos de tango con el fondo de Gardel, de lo cual todo el mundo pregunta a mi regreso. Bueeno (aquí con el acento porteño), hice ambas cosas (lo de las parrilladas, el vino y ver los pasos de tango); y algo de lo otro también, aunque con poco tiempo. Vi a una Buenos Aires viva, visible, sí, con intensas y fuertes invisibilidades, hermosa, ágil, política, llena de contradicciones, esperanzadora en ánimo, llena de humanismo y corazón, con mucho que armar por delante, y viva, sobre todo viva. Jóvenes y viejos por las calles de la ciudad con diversos rostros en distintos ánimos, la invisibilidad de tantos otros jóvenes y viejos en los paralelos de ésta, el disfrute de la parrilla y la copa de vino, universidades y discusiones académicas, los puestos de flores y revistas, las milongas, el tango y las chacareras, el cansancio de un día de trabajo en un vagón del tren, los cartoneros, el helado y el dulce de leche, los payasos en la calle provenientes de algún extraño festival (nunca lo supe), los cacerolazos llenos de contradicción en la esquina de Santa Fé, la jóven en el tren con las tirillas de poemas en busca de intercambio monetario, o el jóven vendiendo alfajores (por cierto, claro está, aprendí que los alfajores no son todos son iguales, por supuesto!). las madres jovencitas cubriendo a los niños del frío con mantas y con su cuerpo mismo, el teatro repleto en cualquier librería, las vitrinas de libros, las carpas en el Congreso reflejando tensiones y contradicciones, encuentros y desencuentros, las ferias de antiguedades reflejo de los pasos de otros antes y sus identidades, el jóven con la guitarra en la estación del tren presto a tocar cualquier canción cubana a falta de una boricua en su repertorio, los besos en las plazas y las muestras de afecto, el acento incomparable de un "y vos de dónde sos" o un "ché, ¿cómo andás?". ah, y por supuesto, la respuesta obligada al gracias: "no, por favor!" o simplemente el cariñoso "por favooor"..

En fin, Buenos Aires, una gran ciudad, visible aún, al buen decir y llena de invisibilidades. las fotos son de algo de lo visible; lo invisible, como tal, mucho me temo que quedó allí, y aún lo que logré visibilizar es imposible compatirlo.







8.7.08

Can y Caño


Apoya y protege el Proyecto del Fideicomiso de la Tierra del Caño Martin Peña, una alternativa real para la ciudad y para Puerto Rico. Llama a la Fortaleza al 787.721.7000, al asesor de Asuntos legislativos y pide que el Gobernador vete el P. de la C. 2177 que pone en riesgo el proyecto.

De "Can y Caño", véalo completo aquí:

"Eso es lo que asusta al municipio: un modelo: un nuevo paradigma alejado del “bulldozer” aplastante y el ojo especulativo de los canes desarrollistas.

El sistema de sustentabilidad que promete el caño significa no darle el hueso prometido al can que el municipio lleva alimentando tanto tiempo. Canes, “panas”, panacea de concreto que ha sobredesarrollado cada pulgada de los centros urbanos.

Claro que les asusta. Prime “real state” a lo real”, sin rascacielos ni Starbucks, sin marinas ni multiplex. “Mira, no puedo con esas casas de colores y gente en carros corroídos”, ladra el can.

Pero el Caño ladra pa’ tras, con un programa de pequeños negocios, con satélites educativos, con conocimiento, cultura y estructura".

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