Comparto este manifiesto aprobado en el 2010 por los docentes de todo el sistema UPR en Asamblea celebrada en Cayey en el proceso huelgario de ese año. En ese entonces, aunque el embate a la Universidad era claro, no podíamos siquiera prever lo vertiginoso y fuerte que sería. Llevamos desde adentro y sin parar (y desde la apertura, en muchos sentidos) todos estos años cuestionando estas medidas, resistiéndolas desde lo canales oficiales, con orden y por los carriles adecuados; hablando de ellas, cuestionando la corporativización y burocratización de la Universidad, pero no hemos logrado detenerlas; por el contrario, aún desde la administración y en algunos casos desde la indiferencia, se han validado. La administración que nos cita planes estratégicos y normas de convivencia universitaria, nos pide que hablemos de "ideas", pero nos lo pide sin que podamos cuestionar la premisa de que la Universidad pública del país no necesita contar con presupuesto estatal. No había visto nunca tan de cerca una instalación tan avasalladora del pensamiento único de mercado y de la victoria de la lógica del homo economicus respecto a la educación pública como hasta ahora. Es eso lo que deberíamos estar cuestionando con todas nuestras fuerzas y desde nuestro criterio más crítico. Desde el 2010 lo señalamos.
HOY, lo que se plantea -tanto para el país como para el proyecto universitario público- es dejarlo prácticamente fuera del presupuesto y de las prioridades del país como "medida" para pagar una deuda que está en cuestionamiento. No solamente estamos ante lo peor que hemos enfrentado, sino que el consenso perverso acoge prácticamente sin cuestionamiento esa nueva política (¿pública?). Por lo tanto, me parece que se hace aún más urgente que seamos capaces de reafirmar sin ambages lo que planteamos hace siete años en este manifiesto. Lejos de haber cambiado las circunstancias, el convencimiento con lo que contiene este documento debería ser aún más poderoso.
Debemos resistirnos al análisis corto-placista al que nos han y nos hemos sometido. Debemos cuestionar si el consenso que hoy existe no forma parte después de todo de una acogida desde nuestras individualidades al homo economicus que supuestamente tanto hemos cuestionado. Reproduzco lo que planteamos en el 2010 por que he revisitado muchos de los documentos de todos estos años como parte del proceso de búsqueda de sentido de lo que está aconteciendo hoy. Lo reproduzco porque si algo me produce sentarme a pensar desde la complejidad sobre esto, es la pregunta del cómo fue que llegamos a un consenso tan perverso y reduccionista en el que en una situación como la que enfrenta el país y la Universidad, el lugar común del profesorado sea decir que la responsabilidad y culpa de perder la Universidad la tienen los y las estudiantes. Es simplemente desconcertante.
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Manifiesto
de los docentes UPR
Nota Editorial:
El siguiente documento fue producto de
dos reuniones de los profesores y profesoras del Recinto de Río Piedras de la
UPR que se auto-convocaron el lunes 17 de mayo de 2010 durante el proceso del
conflicto huelgario de ese año. Luego de discutir el documento y deliberar
sobre el en reunión de seguimiento el jueves 20 de mayo de 2010, los
claustrales reunidos en Río Piedras lo aprobaron y lo acogieron como
'Manifiesto del Claustro del Recinto de Río Piedras de la UPR'. Así, acordaron
presentarlo al día siguiente en la Asamblea del Claustro de la Universidad de Puerto
Rico (de todo el sistema de la UPR) auto-convocada y celebrada el viernes, 21 de mayo, en Cayey,
Puerto Rico. El documento fue repartido y presentado por los docentes del
Recinto de Río Piedras de la UPR ante la asamblea sistémica y sus propuestas
(recogidas en la sección 4 del documento) fueron leídas en voz alta. La
Asamblea del Claustro de la UPR lo aprobó por abrumadora mayoría.
Sigue en su versión completa el
Manifiesto.
Manifiesto
de los docentes del Recinto de Río Piedras de
la
Universidad de Puerto Rico
.1.
La reducción
presupuestaria en la UPR y el carácter corporativo y anti-democrático de su
funcionamiento
1.1-El
presente conflicto huelgario tiene como origen inmediato la reducción
deliberada, profunda y sin precedente que ha sufrido el presupuesto de la
Universidad de Puerto Rico. La crisis fiscal que es producto de esta
acción gubernamental afecta, y desde el próximo año fiscal afectará aún más,
todos los sectores del sistema universitario.
La
referida contracción fiscal surge de la reducción de la base sobre la cual se
calcula la cuota del 9.6% asignada a la UPR, al excluirse una parte de los
ingresos anuales del IVU de esta base y comprometerlos exclusivamente con el
fondo COFINA (Corporación de Financiamiento Puerto Rico).
La Ley
7, en el Art. 31(b), enmienda la Ley de la UPR y provee: “Para propósitos de
estos cómputos se excluirán aquellas rentas, recaudos o ingresos percibidos por
operación de la Ley Especial Declarando Estado de Emergencia Fiscal y
Estableciendo Plan Integral de Estabilización Fiscal para Salvar el Crédito de
Puerto Rico.”
La Ley
Núm. 91 del 13 de mayo de 2006 que estableció el IVU y COFINA afecta a la UPR
de la misma manera.
1.2
La
toma de decisiones en la Universidad se hace mediante una lógica utilitarista
de mercado, con un enfoque y apoyo institucional exclusivo a ‘lo rentable’ y
como consecuencia se administra la Universidad como si fuera una corporación privada.
El
surgimiento del neoliberalismo ha implicado cambios estructurales en las
instituciones académicas. Sus discursos proponen que el potencial del ser
humano sólo puede maximizarse en un contexto institucional que se caracteriza
por el fortalecimiento de los derechos de la propiedad privada y las dinámicas
del mercado. Esta visión ha sustituido la Universidad como lugar de
pensamiento, generación de conocimiento libre, crítico y distinto al avalado
por las dinámicas del mercado, soslayando con ello el enfoque de la educación
como un bien público común.
En la
presente situación, las transformaciones impulsadas por las autoridades
universitarias, algunas ya propuestas y otras ya vigentes, apuntan hacia una
reconceptuación del proyecto universitario como lo hemos conocido hasta ahora
para sustituirlo por un modelo distinto, de carácter predominantemente
mercantil, poniendo en entredicho la continuidad de la misión y el compromiso
social de la Universidad de Puerto Rico con el país, disminuyéndola así ante
otras instituciones de carácter privado.
1.3
La
Universidad se enfrenta en todos sus ámbitos a procesos decisionales
excluyentes y cada vez menos democráticos. A los docentes se nos excluye de la
evaluación, análisis, discusión y deliberación sobre asuntos propios de la
comunidad académica, práctica particularmente inaceptable en una situación de
crisis presupuestaria tan acuciante como la que enfrentamos.
Los
docentes y estudiantes sufrimos las consecuencias de una participación
insuficiente cada vez más reducida respecto a la toma de decisiones en una
estructura administrativa más centralizada y “gerenciada” a nivel de recintos y
del sistema de la UPR. En las decisiones administrativas se le adjudica un peso
cada vez menor a los criterios académicos.
.2.
Los reclamos
estudiantiles
2.1 En
este escenario, el sector estudiantil ha asumido la vanguardia en defensa de la
Universidad de Puerto Rico como una universidad pública y accesible para todos,
incluyendo los más desaventajados económicamente. Los y las estudiantes llevan
28 días en huelga exigiendo, entre otras cosas, la derogación de la
Certificación 98 que reduce las oportunidades de exención de matrícula a la
mayor parte del estudiantado que hasta el momento ha disfrutado de ésta.
La
eliminación de algunas exenciones de matrícula disponibles a la mayor parte del
estudiantado es sólo una de las formas en que la reducción del presupuesto de
la Universidad afecta a los sectores de la comunidad universitaria.
Los
reclamos estudiantiles pueden resumirse, entre otras:
(a) La
eliminación de las disposiciones contenidas en la Certificación 98 y la
permanencia de las exenciones de matrícula
(b) El
compromiso con una política de no privatización
(c) La
transparencia fiscal vía acceso a la información pertinente
(d) El
compromiso de no implantar represalias contra el estudiantado
(e) No
aumento de matrícula
(f) El
cobro de las deudas a favor de la Universidad
.3.
Los docentes de la
UPR
3.1. El
claustro tiene una responsabilidad ineludible en la defensa del proyecto de una
universidad pública de excelencia, a la que hemos aspirado siempre y para la
que hemos laborado hasta el presente.
3.2 Los
docentes, al igual que los y las estudiantes, reciben el impacto directo de la
crisis en la Universidad. Los reclamos estudiantiles y docentes dramatizan la
crisis que enfrenta el proyecto universitario del país y la esencia de la
Universidad de Puerto Rico como una universidad pública. Las siguientes medidas
que hemos enfrentado como docentes ilustran esta crisis:
(a) La
contratación abusiva de profesores sin plaza, la prolongación por años de
contratos sin permanencia, las continuas condiciones de vulnerabilidad en el
profesorado, la puesta en riesgo de la calidad y excelencia de la docencia y la
producción académica y el pluriempleo de profesores, una de las formas más
insidiosas de privatización, afecta directamente a los estudiantes.
(b) La
congelación de plazas, ascensos, sabáticas, licencias de todo tipo, incluyendo
las licencias de estudio, la congelación de aumentos salariales, el
aumento en el cupo en secciones de clases, la eliminación de descargas
académicas y del apoyo institucional para la investigación (asistencias de
investigación) y la eliminación de la cobertura de gastos para la participación
docente en seminarios, congresos y presentaciones a nivel internacional son
todas medidas que impactan negativamente la calidad de la educación que reciben
los estudiantes.
(c) La
puesta en riesgo de programas académicos y académicos de servicios que permiten
ofrecerle a los estudiantes una
experiencia académica formativa mediante la integración de la universidad y
el aula con escenarios y
contextos reales de necesidad en el país.
3.3 En
esta trabazón histórica para la UPR, los docentes tenemos que, de inmediato y con
carácter permanente, reclamar el espacio que nos corresponde para participar en
la toma de decisiones y en la identificación de soluciones e implantación de
medidas, particularmente aquéllas pertinentes al ámbito de la docencia.
.4.
Los docentes disponemos
y exigimos
4.1 APOYAMOS la
lucha de los estudiantes y RECONOCEMOS la legitimidad de los reclamos
estudiantiles que han desembocado en la presente huelga, incluyendo la
derogación de la certificación 98 sobre exenciones académicas y la transparencia
fiscal vía el acceso a la información financiera y administrativa de la
institución.
4.2 EXIGIMOS la
negociación sin condiciones y de buena fe por parte de la administración.
Además, RECHAZAMOS la persecución y las represalias administrativas y
judiciales contra el estudiantado, los docentes y los trabajadores de la
Universidad que han estado reclamando y exigiendo sus derechos en esta
coyuntura.
4.3 EXIGIMOS el
retiro inmediato de la policía estatal de los predios del Recinto
y DENUNCIAMOS el abuso policíaco
y RECHAZAMOS la complicidad de las autoridades universitarias.
4.4. EXIGIMOS de
las autoridades universitarias y del gobierno de Puerto Rico la restauración
del presupuesto de la Universidad que le permite funcionar como la Universidad
pública de Puerto Rico, mediante la participación de la Universidad en la base
total de los recaudos del país.
4.5. EXIGIMOS el
funcionamiento pleno de la Universidad de Puerto Rico como una universidad
pública, democrática, accesible e inclusiva que propenda al libre desarrollo
del pensamiento y al quehacer académico, cultural, literario y profesional, más
allá de las actividades que el mercado considera rentables. La Universidad de
Puerto Rico no es ni puede ser ni funcionar como una corporación privada y
rechazamos todas las medidas dirigidas a ese propósito.
Nuestra oposición a dichos procesos no sólo conlleva un rechazo al escenario más discutido de la posible privatización de ciertos recintos del sistema de la UPR, sino también un rechazo a otro escenario aún más peligroso e insidioso: la corporatización extra-oficial de todo el sistema de la UPR vía la administración de una universidad pública como una corporación privada.
EXIGIMOS la firme defensa de la autonomía universitaria ante las intromisiones indebidas de las ramas de gobierno.
4.6 ESTAMOS CONVENCIDOS que las situaciones que enfrentamos los profesores y que enfrentan los estudiantes forman parte de una misma situación: el desmantelamiento del proyecto de universidad pública que encarna la Universidad de Puerto Rico tal y como la conocemos. Los reclamos del profesorado ilustran que los y las estudiantes tienen razón en sus reclamos y en la defensa de la Universidad pública, y SUMAMOS NUESTRAS RAZONES en esta defensa.
4.7 EXIGIMOS participación
real y efectiva en los procesos de toma de decisiones de la Universidad, en la
discusión, deliberación y adopción de las medidas para atender esta crisis y de
esta forma nos unimos a los estudiantes en la defensa de una educación
universitaria pública, de excelencia y accesible, pilares que han caracterizado
a la Universidad de Puerto Rico.
4.8 RECOMENDAMOS la
creación de una delegación de profesores y profesoras eméritos y distinguidos
que estén en la disposición de colaborar para la reanudación de las
negociaciones entre los estudiantes y las autoridades universitarias hacia la
solución del presente conflicto.