9.5.08

lagunas


Hay una laguna de ideas. Hoy se discute en la prensa del país el asunto de cuál será el destino de la laguna bioluminiscente de Vieques. No se disputa su importancia, su belleza y su valor, tanto escénico como ecológico. Es hermosa y es uno de los grandes atractivos de Vieques. Estuve allí hace apenas dos semanas y aparte de lo hermoso del fenómeno de la bioluminiscencia, lo tibia del agua y de la grata experiencia con el entorno, una de las mejores experiencias fue conversar con el joven viequense que nos llevó en los kayaks y que me contaba de cómo se había auto-entrenado para darle el pequeño recorrido a los visitantes. El joven me preguntó si prefería que le diera a mis invitados el tour en español o en inglés. Todos hablábamos español, pero él me quiso hacer saber que estaba dispuesto a darlo en inglés porque lo daba muy bien en ese idioma, incluso mejor, me dijo. Le pregunté si era porque había vivido en Estados Unidos y dominaba mejor ese idioma y me respondió que no, que simplemente se había acostumbrado a atender visitantes de los Estados Unidos y que, aunque prácticamente no había salido de Vieques en sus 22 años, dominaba muy bien el inglés en los "tours". La segunda pregunta que le hice fue dónde había aprendido todo sobre los mangles. Quise saber si había atendido a algún curso formal. La respuesta fue la misma. Había aprendido de la experiencia y fue su autoestudio y el de su primo lo que lo llevó a conocer sobre las propiedades ecológicas de la laguna. Quedamos muy satisfechos con su pequeña charla y con su dominio de la escena, del lenguaje científico y de la experiencia. Me pareció espectacular. Quedé contenta con la experiencia y, más allá de la laguna, pude atisbar esperanza para futuros desarrollos en Vieques.

Pero nada de este saldo de experiencias se recoge en la prensa hoy. Lo que nuevamente parece estar ausente de la discusión es cómo la laguna puede representar una, entre otras alternativas, para un desarrollo sustentable para los viequenses, qué representa para los jóvenes que viven allí, qué oportunidades brinda. Básicamente hay tres perspectivas en lo que se presenta en la prensa hoy: (1) el alto impacto ecológico en la laguna (lo plantea uno de los líderes viequenses) y la falta de atención de las agencias llamadas a velar por su cuidado; (2) la necesidad de conservarla, llevar a cabo actividades de conservación de la flora y fauna y el uso para investigación científica (lo anuncia el Secretario del Departamento de Recursos Naturales); (3) en manos de quien debe estar, si en el gobierno local o federal. Sobre este último tema, el candidato a la gobernación por el PNP, Luis Fortuño propone que se le pase a las agencias federales como la NOAA para que lo "conserve". El debate aquí se instala una vez más en (1) la premisa de que los federales lo hacen todo mejor, por un lado; (2) en que lo que hay que hacer para manejarlo sólo es posible desde el Estado en exclusión de los viequenses; (3) y, como ya hemos señalado en otras entradas, que el manejo dirigido exclusivamente a la conservación es la única opción.

Nuevamente queda fuera de discusión la posibilidad de la integración de las comunidades, el manejo participativo, la inclusión de elementos vitales como el derecho al desarrollo sustentable de los viequenses y la posibilidad de utilizar esta experiencia para propiciar nuevos modelos de integración estado-comunidad-pequeñas empresas en la protección del medioambiente y en la posibilidad de atender las necesidades de los viequenses. En las noticias no está la experiencia y la historia del joven de 22 años que fue mi guía en esta visita. En la discusión sobre el destino de la laguna, él, como el resto de los jóvenes viequenses y su futuro, parecen ser invisibles.

una de las noticias aquí.

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