Luego de meses en gestiones ciudadanas y de haber agotado la alternativa judicial, comunidades afectadas por el proyecto del Gasoducto han recurrido a la desobediencia civil para detener el proyecto, cuya principal objeción es la cercanía e inmediatez de su paso por sus residencias y el potencial riesgo que significa para sus familias, en algunos casos el desalojo. Vea la noticia y la fotogalería aquí.
foto tomada del endi.com