Pienso en voz alta. Leo y pienso una vez más en el porqué nos gusta tanto compartir en Facebook (al menos a mí). Recuerdo haber comentado con Miguel Rodríguez Casellas algunas de las razones por las que nos gustan los encuentros en Facebook. No estoy en las de juzgar ese espacio por sus limitaciones, sino en las de entenderlo como fenómeno o plataforma que nos provee un encuentro del que de otra forma --habría que reconocerlo-- careceríamos.
¿Donde hoy día podemos, aún desde la distancia física, "aparecer" en un espacio común y "dejarnos ver"? En otros lugares tangibles, se dirá, claro. ¿Pero en qué otro lugar comparable, con tanta gente a la vez y en distinto tiempo-espacio, podemos hoy por hoy aparecer, proyectar(nos), opinar, recibir a los otros y a sus subjetividades? No se me hace fácil pensar en un equivalente que en tiempo pasado (pasado reciente) haya provisto para una plataforma de ágora tan amplia, y esto lo digo consciente de sus limitaciones, por supuesto.
Todo esto es más interesante aún si se piensa en las últimas "apariciones" en Facebook que aglutinan 'acción', lo que no puede ser sino en conjunto con los otros. Pienso en las acciones políticas en tanto comunidad, que se articulan todavía para propósitos muy concretos, pero que albergan ciertas premisas inarticuladas (o articuladas a veces) sobre cómo queremos vivir y qué principios parecen guiarnos: Boicot a La Comay, Todos somos Lola, No a la venta del aereopuerto, la denuncia de políticos que han hecho expresiones homofóbicas y racistas y otros asuntos de opinión pública. Aunque hay muchas otras que se nutren al momento y se han nutrido en el pasado de la vida en común que se da en Facebook, estas tres han sido las últimas, diría, de cierta cohesión y desenlace particular.
Pero el punto no es hacer un análisis sociológico (sobre todo porque esto es solo una impresión), sino fijarnos en la posibilidad y las limitaciones de las plataformas de acción y encuentros en un posible mundo común. Incluso, vale la pena destacar cómo, a través de nuestros posts y 'shares' en Fb, así como mediante nuestras fotos y comentarios, nos presentamos a la comunidad y nos vestimos para ser entre los demás. ¿Dónde más hoy día podemos ser en esta dimensión, hoy, cuando los espacios se cierran, cuando parece todo estar en el ámbito de la individualidad y el consumo?
La idea es que sea en múltiples sitios, pero sin duda, veo la plataforma de Fb como ese espacio de ágora que hace mucho tiempo se cerró y ha estado al borde de la muerte. Con ese espacio, veo que se asoma la idea de un nosotros, que por supuesto, presupone y exige equidad frente a los otros pero también la aceptación y celebración de un mundo de diferencias. Y por supuesto, la calidad de ese espacio con esto en mente es un tema en sí mismo y cómo esta calidad fomenta o destruye la posibilidad de acción.
Acabo de transcribir esta cita sobre la concepción de la acción, la vida política y las apariciones del ciudadano en sus concepciones en la Grecia antigua, compartidas por Hannah Arendt, y creo que sirven de punta para analizar un poco, cómo se traduce esto en lo que experimentamos a diario en Facebook. Hago la salvedad, estoy "pensando en voz alta". Aquí va:
"The conviction that only what appears and is seen by others acquires full reality and authentic meaning for man is at the basis of all Greek political life. The principal aim of the tyrant is to condemn men to their private household, which is to deprive them of the possibility of their humanity. ...Only where other were present, could a specifically human life begin. Only where one was noticed by others could he, by distinguishing himself, come into his own humanity.
It is therefore not just political life and political experience in the narrow sense of the word, but human life and human experience as such that begin wherever the private household and ruling over it come to an end; the common world, seen by all others in its freely shining public life, that begins. ...What distinguishes kingship from polity and republic is not the relationship between rulers and subjects, and it is not even primarily the different relationship between citizens, that is, those who live and move together in a common world. The chief historical difference lies in the role of action itself plays in these different forms of public organization.
...
Action is the rallying point of the coming and staying together of heads of private households who have decided to leave behind their private concerns and who form a body politic as long as the enterprise lasts. What drives them together is the appetite for action that never can be satisfied by one man alone; for in distinction to laboring and fabricating, action is possible only where men join together and act in concert."
H. Arendt, "The Great Tradition: Ruling and Being Ruled", 74 Social Research, no. 4, pp. 946-947 (2007; 1953).