Londres siempre me acoge. Me abrazan sus tonos, sus acentos. Aquí (me) pierdo y (me) recupero. Londres siempre distinta. Constante y diferente. Me acoge en mis yos; me permite reinventarme y desdoblarme.
Sus sonidos y olores gozan del poder de cerrar mis párpados. Me acoge en su parsimonia, aún en instantes de alarma.
Camino, no en ella sino con ella. Su temple me asienta. Me dice y la escucho.
La grabo para siempre. Dos minutos por dos. Dos intérvalos distintos. Dos veces dos minutos de Londres, resistentes al olvido.
Aquí van. (31 de marzo de 2013).
Primeros Dos
http://efontaneztorres.opendrive.com/files/Nl8xMDI2Nzg5NF9yUVhBbF9mNzE3/Nota%20(1).m4a
Segundos Dos
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