"Hay miradas que matan, dice el refrán. Y, ciertamente, hay miradas que salvan. Sola, cada una de ellas se basta para lograr un único objetivo: la detección del daño o el rescate de lo constructivo. El verdadero reto sería reunir ambas funciones en un mismo golpe de pupila. La capacidad para transformar la vida comienza precisamente ahí, en el ojo que penetra la opacidad de lo real para atisbar el asomo de lo posible." Ana Lydia Vega
Al pasaje anterior lo tengo colgado en mi oficina desde hace más de un año. Forma parte de una columna de la gran escritora Ana Lydia Vega. No me pierdo una sola de sus columnas y recuerdo muy bien el momento y el lugar donde leí esta columna y en particular este párrafo. Se me puso la piel de gallina. Lo imprimí rapidamente y lo colgé de mi tablón de edictos en mi oficina. Ahora también lo tengo en la página 332 de su nuevo libro: Mirada de Doble Filo. Otra publicación extraordinaria en la que Ana Lydia nos hace el favor de reunir sus columnas periodísticas e hilvanarnos sus atisbos, su ojo, su mirada de doble filo. Cuando abrí el libro, lo primero que hice fue buscar esta columna, "Mirada de doble filo" y sí, ahí estaba. No había mejor título para el libro, pues este párrafo recoge lo que ella hace y nos convoca a hacer con las cosas y sucesos que transcurren a nuestro alrededor. Así termina esta maravillosa columna, dándonos la estocada: "propongo que enfrentemos hoy la severidad del momento, amolando al máximo de agudeza nuestra arma vital. No existe poder mayor que el que confiere el doble filo de la mirada. Que un filo sirva para punzar la verdad y el otro para tallar la esperanza". No les digo más, disfrútenlo ustedes en esta compilación maravillosa.
Salud!
Vea la entrevista que le hizo Carmen Dolores Hernández a Ana Lydia Vega y que salió publicada ayer en La Revista.