El Comité de Acción de Estudiantes de Derecho se une a la convocatoria del Consejo General de Estudiantes a las 8:00 am frente al portón principal de la UPR y hace un llamado a todo el país a participar en apoyo a su Universidad.
Hoy, debemos negarnos a entrar al Recinto de Río Piedras, y a todos los demás Recintos del Sistema de la UPR hasta tanto se retire la Policía de Puerto Rico de sus inmediaciones. De lo contrario, habremos condonado la muerte de nuestra Política de No Confrontación y de nuestra autonomía universitaria. No esperemos la muerte de una nueva Antonia Martínez, abatida a tiros por los fuerzas del Estado para defender nuestra Institución.
Luego de culminado el paro de 48 horas decretado por los estudiantes del Recinto de Río Piedras en Asamblea General, oficiales de la Policía de Puerto Rico penetraron las instalaciones del campus. Esta actuación de la Policía de Puerto Rico, bajo las órdenes directas del Superintendente José Figueroa Sancha, el Gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño Burset y a petición de la Administración Universitaria, se lleva a cabo luego de diversos incidentes con la fuerza policial del Estado y la empresa Capitol Security, a quien la UPR delegó tareas de seguridad dentro del Recinto. Entre estos incidentes se encuentra la brutal golpiza con cuartones de madera y macanas en la madrugada de ayer a un estudiante, quien aún se encuentra convaleciendo.
Este nuevo capítulo en la interminable disyuntiva entre el estudiantado de la UPR y la Administración, más allá de ser un acto de provocación, representa una violación a la Política de No Confrontación, la cual fue instituida en nuestra Universidad luego de los trágicos sucesos en el proceso huelgario de las decadas setenta y ochenta. Precisamente, trágicos sucesos perpetrados por oficiales de la Policía de Puerto Rico que obligan a la Universidad a crear la política de no confrontación para evitar la violencia, la entrada de la Policía a la UPR, la intervención externa indebida en los asuntos de la Universidad, destacando así su naturaleza particular, su autonomía y la cultura de diálogo y tolerancia para resolver pacíficamente los conflictos universitarios. ( Tomado de la Circular Núm. 42 2004-2005).
Reticente ha sido el llamado de la comunidad universitaria al diálogo, sin embargo, la contestación de la Administración Universitaria ha sido declarar en estado de sitio la UPR. Reticente ha sido también el llamado a la resolución de los conflictos universitarios entre universitarios. Reticente ha sido la defensa de la Política de No Confrontación, al igual que el llamado de la defensa de nuestra institución.
Hoy nos han forzado a un nuevo llamado. Esta incursión policiaca significa la muerte de la Política de No Confrontación y de nuestra autonomía universitaria. Mañana suponía ser un día normal de clases en nuestro recinto, sin embargo, la administración universitaria se ha empeñado en frustrar esa normalidad. Desde hoy aquellos estudiantes que acudan, como de costumbre a realizar sus estudios habrán de encontrarse con una cárcel de máxima seguridad, siendo criminales los y las estudiantes y sus libros las armas mortales. Es por esto que debemos negarnos a participar del prejuicio institucionalizado de la Administración Universitaria en contra de estudiantes, profesores, profesoras, trabajadores y trabajadoras de la UPR.