11.12.09

Presupuesto participativo y la modernización socio-política

2008- 50,347,222 millones de dólares
2009- 50,347,222 millones de dólares
2010-55,555,555 millones de dólares
2011- 59,523,809 millones de dólares

Las cifras anteriores representan el 7% del presupuesto de la ciudad de Medellín para los para los próximos años. Esa parte del presupuesto está designada para que las diferentes comunidades de Medellín -de acuerdo con sus recursos y niveles de desarrollo de cada comunidad (salud, educación, ingreso)- decidan mediante mecanismos de democracia participativa, a qué asignaran estos recursos de acuerdo con sus necesidades. Es el Programa de Planeación y Presupuesto Participativo.

Se discute por acá que el 7% representa todavía un porciento muy bajo en manos de las comunidades pero lo cierto es que este proyecto que se ha estado consolidando tiene un potencial mucho mayor que sobrepasa el tema de las obras y el presupuesto mismo y que se imbrica con el objetivo de lograr mecanismos para poner en vigor una democracia participativa.

Nace de un contexto ciudadano muy complejo, de una respuesta y variables que tienen como contexto la gesta ciudadana, de ong´s, grupos comunitarios y organizaciones civiles que luego del periodo de los 90 y para tomar las riendas del mejoramiento de la ciudad, se organizan como 'Compromiso Ciudadano' como movimiento político para atender lo que llamaron la 'deuda social' histórica de la ciudad, una deuda del estado para con aquellos y aquellas excluidos como ciudadanos.

Para 1990 en Medellín ocurrían más de 6,000 homicidios al año, con una tasa de 300 homicidios por cada 100,000 habitantes. Esta tasa, con muchas variables, intervenciones y una puja social fuerte, se redujo dramáticamente al 2005 a una tasa de 36 homicidios por cada 100,000 habitantes. Las gráficas muestran un decenso impactante en el número de homicidios en la última década. Ese contexto, la Constitución de 1991 que parte de un modelo de democrcia participativa y un proceso intenso de diálogo ciudadano con mesas de trabajo ciudadano para la discusión de lo que será un diagnóstico y eventual Plan Estratégico de Medellín, sentaron las bases para medidas participativas como el presupuesto participativo.

El diagnóstico de los problemas de la ciudad en el que participaron grupos de derechos humanos, grupos de cultura ciudadana, los jóvenes y tantas otras organizaciones produjo el Plan en el que se planteó cuál sería la vocación de la ciudad, cómo atender los problemas de una cultura de violencia, el asunto socio-espacial, la segregación y poralidad, la corrupción y la política clientelista. Luego de adoptado el Plan, la formalidad (los partidos políticos con el poder en el Concejo de la Ciudad) no lo aceptó y pero aún, el alcalde del 2000 desmanteló todos los esfuerzos ciudadanos y mecanismos adoptados que lo antecedieron con un discurso anti-democrático y acogiéndose a los principios del 'yo gané y por lo tanto aquí se hace lo que yo diga' (caramba, eso como que me suena, no???). Es así como los grupos se organizan bajo 'Compromiso Ciudadano', sectores amplios deciden una agenda común y llaman Sergio Fajardo para que se lance a la alcaldía. Fajardo gana las elecciones (muchos de 'Compromiso Ciudadano' se incorporan a la alcaldía) e implanta entonces junto a los sectores civiles lo que he venido reseñando en los pasados posts.

Toda esta reseña es importante para situar el mecanismo del presupuesto participativo (PP) porque hay que entender que no es un mecanismo aislado, sino que junto a otras iniciativas implantadas, forma parte de una agenda para fortalecer la democracia participativa. El PP es un mecanismo reconocido por la ONU como una de las mejores 40 prácticas en gestión urbana. Nace en Porto Alegre Brasil y se implanta en algunas ciudades también colombianas. En el 2006 aquí en Medellín se hacen más de 400 asambleas barriales en las que participan 35,864 ciudadanos y 1,107 delegados barriales. Las comunas, que agrupan a las diversas comunidades por zonas, deciden entonces por mecanismos de deliberación y participación las prioridades de su presupuesto. La mayoría ha seleccionado los ejes de educación, empleo y cultura para la inversión.

Esta participación viene acompañada de ayuda técnica, diálogo constante con los técnicos del municipio para viabilizar las propuestas y contratos de obras y de un 'Programa de Sensibilización de funcionarios públicos' (!!!), para que tengan técnicas grupales para trabajar con las comunidades y dejen el escepticismo a un lado, de monitoreo y evaluación de obras. Las preguntas claves de este proceso desde el comienzo fueron: ¿cómo hacer una agenda de democracia participativa en barrios con controles territoriales todavía? ¿cómo ampliar la participación con los retos de una cultura de violencia? ¿cómo aumentar la participación y lograr que el presupuesto participativo sea en efecto una herramienta de transparencia para la gobernabilidad de la ciudad?

Los supuestos de este Programa, como los de otros proyectos de la ciudad son:

-un cambio profundo requiere de la participación y compromiso de toda la ciudadanía.

-la transformación implica definir propósitos comunes pero también cambios en la cultura política y en la forma en como se ha hecho la gestión pública

-reconocer la importancia de la educación no necesariamente formal

-un cambio en la manera en como se construye y gestiona el mundo de la política en la ciudad

Ahora hay muchos retos, entre éstos lograr que el pp sea un programa transversal, aplicado a todo el plan de desarrollo y a toda la gestión pública del municipio, ampliar la base social aún más para los diferentes sectores y deversificar aún más el liderazgo (tienen escuelas de liderazgo y formación ciudadana!)

Se trata, una vez más, de la voluntad de llevar a la acción las preguntas de cómo repensar el Estado a partir de una verdadera descentralización, con nuevos procesos democráticos que tocan la cotidianidad de los ciudadanos?

Tuvimos la oportunidad de conversar sobre algunos de los proyectos e inversiones fruto de este mecanismo y nuevamente es realmente impresionante y esperanzador. Pero lo más que me llama la atención es el potencial de esta herramienta, para junto a otras, lograr cambios estructurales, lograr e impulsar ciudadanía, gesta de un(a) cuidadano(a) que se concibe con un rol político amplío, como parte de la ciudad.

Como nos decía nuestro conferenciante, Omar Urán, "El PP ha sido un proceso de la modernización socio-política de la ciudad". Eso es.
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Para ampliar sobre el tema:

-Clara Inés Restrepo Mesa, El presupuesto participativo y la transformación de Medellín, Revista Mercatec, Institución Universitaria ESUMER, no. 43, pp. 4–15 (2007).

-Esperanza Gómez Hernández, El presupuesto participativo entre democracia, pobreza y desarrollo, 15 Investigación y Desarrollo 56 (2007).

-Juan Carlos Posada G., Programa de planeación y presupuesto participativo en Medellín, Revista Desde la Región, no. 48 (2007).

-Omar Uran, Planning and Participatory Budget Program (PPBP) in Medellín, Colombia, LogoLink International Workshop on Resources, Citizen Engagement and Democratic Local Governance, Porto Alegre, Brazil, December 6-9 2004.

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