Hace unos años tuvimos el privilegio de conocer, en las aulas de la Escuela de Derecho, a un grupo de ciudadanos de Patillas integrantes del Frente Ambiental de Patillas, y entre ellos, a su portavoz, Luis Francisco Baerga. Se trataba de la Primera Jornada Ambiental de ANDA, la primera de cinco dirigida a proveer talleres de educación jurídica ambiental y de derecho público a los ciudadanos y ciudadanas que día a día se enfretan a las controversias e injusticias ambientales pero no cuentan con acceso a la representación legal por razones de desigualdad en el acceso a la justicia en el país.
Luego de esa primera Jornada continuamos compartiendo con el grupo del Frente Ambiental y conociendo de cerca su trabajo y gesta para proponer y lograr la aprobación de una Reserva natural que recientemente ha sido amenazada por la Asamblea Legislativa mediante un proyecto de ley que la reduciría y permitiría usos incompatibles con ésta.
La labor ciudadana de este grupo ha sido impresionante y su portavoz, Luis, ha sabido ganar el reconocimiento de la comunidad ambientalista. No tenemos duda de que Luis Baerga es uno de los líderes comunitarios ambientalistas más activo y exitoso en los últimos años y nos sentimos honradas de haberlo tenido estos años en nuestras Jornadas y en nuestra facultad.
Hoy sale publicado, a través de Prensa Comunitaria, un reportaje-entrevista a Luis, que compartimos aquí en el blog. Felicitamos a Luis y al Frente Ambiental de Patillas y le deseamos el mejor de los éxitos en esta nueva gesta para salvaguardar y defender su entorno y su reserva natural, los frutos de su gestión.
La entrevista la realiza la escritora Marta Aponte Alsina y está disponible aquí.
Luis Baerga, educador por conciencia
Martes, 21 de Septiembre de 2010 10:51 prensa comunitaria
Marta Aponte Alsina
¿De dónde brota el afecto a un lugar, a una comunidad, a una causa? ¿Qué propicia la crianza de la solidaridad, un sentimiento que apuesta siempre a la vida, sobre todo cuando la vida se ve amenazada por el egoísmo y la violencia, no menos humanos que el amor?
Luis Francisco Baerga es uno de cientos de activistas comunitarios que, laborando en sus comunidades, le apuestan a la vida. Si fuera a describir con un título sus funciones, comenta, “yo diría que somos comunicadores sociales, ya que la comunicación lleva conocimiento: insertar en la conciencia del otro que 'esto es tuyo y mío'. Somos educadores por conciencia”.
Baerga preside el Frente Ambiental de Patillas, fundado en 2006. Lo conocí en un taller para cabilderos ambientales. En el Capitolio le seguimos los pasos en un recorrido inusual por oficinas de legisladores, repartiendo información sobre la Reserva Natural Humedal Punta Viento, en Patillas; el Corredor Ecológico Del Noreste; el reciclaje de bolsas plásticas y los peligros del gasoducto. En la conferencia de prensa, con una elocuencia impresionante, Baerga explicó las amenazas que enfrenta la Reserva Punta Viento ante el proyecto de ley P del S. 1342, radicado por el senador Arango, de San Juan, para que se permita un desarrollo residencial en la zona de amortiguamiento del humedal.
Nuestra curiosidad lo persiguió hasta su barrio, El Bajo de Patillas, donde de espaldas a un mar sereno, se enfrentó a preguntas indiscretas sobre su edad (32 años), sus estudios (en Comunicaciones en la Universidad de Puerto Rico en Humacao y en la Universidad Interamericana en Guayama) y el origen de su activismo.
De niño, Luis estudiaba en la escuela de la comunidad del barrio donde todavía reside. De vuelta a casa se desviaba por un área rodeada de árboles de mangle negro que parece un parque ceremonial, un sector que hoy forma parte de la reserva. Esa zona secreta era una de sus áreas de juego, y también el camino real, bordeado de almácigos y manglares poblados por cangrejos violinistas. Ahí se educaron los sentidos y la sensibilidad. Ahí, ante el horizonte de un Caribe que parece un lago, nació el deseo de formar parte de otros mundos; la vocación de la aventura.
Vivía con su madre en casa de sus abuelos y tuvo acceso a saberes que podrían creerse perdidos. El abuelo criaba cerdos, gallinas, gallos de pelea. Además, era propietario de un colmado. Cuando los clientes no podían pagarle con dinero, le pagaban con huevos, gallinas y viandas. Así se practicaba la economía del trueque en un barrio de Patillas en los umbrales del siglo 21. La abuela de Luis cultivaba plantas medicinales y le enseñó a preparar remedios naturales.
Hay que considerar lo que estos conocimientos centenarios aportan cuando se desploman las economías y los sistemas financieros de los países desarrollados. A comienzos de este siglo crítico no hay por qué renegar de saberes útiles para la vida, aprendidos a lo largo de la historia de la especie. Eso lo saben los jóvenes activistas, lo sabe Luis Baerga. La infancia en la comunidad y el don de la palabra -que se consolidó en una familia de profesionales, maestras y trabajadoras sociales- son algunos de sus haberes. Pero Luis es un joven de su tiempo.
Ha sabido integrar en su persona el poder de la comunicación multi-mediática con los conocimientos adquiridos de una comunidad viva. Por eso, en sus gestiones, utiliza facebook y myspace, envía comunicados de prensa a los medios locales, nacionales, e internacionales, coordina reuniones con funcionarios públicos y mantiene informada a su comunidad inmediata. En su labor de comunicador usa los medios audiovisuales, entre ellos el cine. No le sobra el tiempo a este trabajador voluntario que además de las labores mencionadas se inició en el cine bajo el programa Cineforo Comunitario, y que aparece más de una vez en los créditos del cortometraje Crónicas de ceniza. Si no hiciera todo lo que hace, le gustaría viajar. Salir de la isla en busca de sus espejos inmensos, darle la vuelta al planeta: África, el Amazonas, los desiertos.
Antes de ser el comunicador social que es, Luis era un “pelú”, que parecía parejero, según lo describe Ana Pagán, la subdirectora del Frente Ambiental de Patillas. Ana pasaba frente a la casa de Luis y lo veía echar la basura en unos recipientes verdes. Conocía a la familia del joven y un día le preguntó qué hacía. Él le contestó que reciclaba. Ella lo invitó a ofrecer un taller sobre el tema.
Con el tiempo surgió la idea de fundar una organización para salvar del deterioro ambiental y la negligencia una zona bellísima, que comienza en el balneario de Patillas. Se hizo una convocatoria a la comunidad. Ana Pagán, Mari Ortiz y Luis no tenían idea de qué puertas tocar hasta que asistieron a los seminarios que ofrece la Asociación Nacional de Derecho Ambiental de la Escuela de Derecho de la UPR en Río
Piedras.
Organizando a la comunidad y cabildeando en la Legislatura se dieron grandes pasos en poco tiempo. En 2008, el gobernador Acevedo Vilá firmó la Ley 92, respaldada por ambos cuerpos legislativos. Así se constituyó la Reserva Natural Humedal Punta Viento de Patillas. Son más de 400 cuerdas con caños, salinas, manglares y un bosque de palos de pollo (Pterocarpus officinalis), una especie protegida.
Los usos de la reserva esperan el plan de manejo del municipio, pero ya el Frente Ambiental ha adelantado su visión: empresas comunitarias relacionadas con el turismo de naturaleza y un centro de estudios e investigación. Combatir el proyecto presentado por Arango es la tarea más urgente.
En La Reserva Natural de Punta Viento lo local se comunica con el mundo. De un manantial de agua dulce brotó la leyenda de la encantada; muy cerca, desde el cabo de Punta Tuna, un faro enviaba señales al sur. Son lugares para la crianza de la solidaridad. En ellos, y al calor de los conflictos de nuestro tiempo, se forma Luis Baerga, activista comunitario, educador por conciencia.
(Para información sobre el Frente Ambiental de Patillas y el proyecto de ley que amenaza la reserva, los lectores pueden comunicarse con Luis Francisco Baerga, por medio de myspace y facebook, o escribir a: frenteambientalpatillas@ gmail.)