Por: Andrés González Berdecía
Ex Miembro del Consejo General de Estudiantes del Recinto de Río Piedras,
Director Asociado de la Revista Jurídica de la UPR y Miembro del Comité de Acción de Estudiantes de Derecho
El martes, 13 de abril de 2010, el estudiantado del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico se reunió en asamblea, convocada debidamente por el Consejo General de Estudiantes. En la asamblea más concurrida en años recientes, llevada a cabo simultáneamente en el teatro del Recinto y en el anfiteatro de la Facultad de Educación, y transmitida en otros lugares de la Universidad, como en la Escuela de Derecho, se dio un debate serio en torno al camino a seguir para hacer sentir nuestros reclamos estudiantiles. Luego de escuchar los informes preparados por los representantes estudiantiles, la primera moción presentada al pleno proponía crear un comité compuesto, en parte, por miembros del Consejo General de Estudiantes y, en parte, por un miembro cada Comité de Acción creado en los pasados meses en asambleas de facultad convocadas por los respectivos consejos estudiantiles de las facultades de nuestro Recinto (el Comité de Acción de Estudiantes de Derecho (CAED), al cual pertenezco, fue creado el 25 de septiembre de 2009). Luego de unas enmiendas, la moción se aprobó, dando vida al Comité Negociador. La mayor parte de la Asamblea, sin embargo, se dedicó a deliberar sobre los mecanismos de presión que debían utilizarse. Un sector del estudiantado estaba claro en que, ante intentos infructuosos para sostener un diálogo con la Administración, debía aprobarse un voto de huelga indefinida, inmediata. Otros sectores abogaron por ofrecer a la Administración un tiempo razonable para que, al menos, se sentara a negociar de buena fe con el recién creado Comité Negociador, antes de recurrir a la huelga. Por ello, se presentó una moción para sostener un paro de 48 horas comenzando el miércoles, 21 de abril; es decir, 8 días después de la Asamblea General. En caso de que no hubiera progreso en las negociaciones, entraríamos en una huelga indefinida hasta tanto nuestras voces fuesen escuchadas. Esta moción sustituyó a la de huelga inmediata y fue aprobada.
Durante los próximos 8 días, la Administración no aceptó ninguna oferta de diálogo. Peor aún, se negó a reconocer al Comité Negociador y, cuando aceptó reunirse el Presidente, dejó plantados a los representantes estudiantiles, arguyendo que él no sabía quiénes eran y que le habían cambiado las reglas del juego. Por estas razones, nos vimos obligados a cumplir con el mandato estudiantil, dando inicio al paro de 48 horas. Luego de decretar el receso académico y administrativo, de amenazar con autorizar la entrada de la Policía de Puerto Rico para desalojar a los estudiantes y de demandar a varios líderes estudiantiles, el Presidente accedió a reunirse con el Comité Negociador la segunda noche del paro, con el propósito de llevar las propuestas a la Junta de Síndicos, para que fueran evaluadas. Así se hizo, mas la Junta hizo caso omiso a los reclamos y ni siquiera accedió a reunirse con los representantes estudiantiles, por lo que la huelga indefinida dio comienzo oficialmente el viernes, 23 de abril.
Luego del primer día de manifestaciones, cuando hubo un altercado entre guardia universitaria y estudiantes al momento de cerrar los portones, el proceso huelgario ha transcurrido de manera verdaderamente ejemplar. No ha habido ni solo acto de vandalismo ni agresión de ningún tipo por parte de los estudiantes. El País ha visto el espíritu de organización, solidaridad y camaradería que ha imperado durante todo este proceso. Los estudiantes hemos creado foros, hecho manifestaciones, limpiado y pintado los alrededores. También hemos cantado, jugado fútbol, corrido bicicleta y cocinado, sin olvidar ni un solo momento el propósito de nuestra encomienda. Por ello, esta convivencia ha venido acompañada de reuniones diarias, debate abierto y respetuoso entre grupos diversos, mensajes claros al País, y, más importante aún, una organización clara y estructurada en cuanto a los próximos pasos a seguir. Esta organización ha sido posible sólo porque nuestros reclamos no surgieron hoy ni hace dos semanas, sino que se han trabajado y esbozado a lo largo de todo el año en las respectivas facultades por los Comités de Acción.
Nuestros esfuerzos han rendido frutos. La Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) y la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) mostraron inmediatamente su apoyo a nuestra causa, llamando al diálogo y expresando que no cruzarían la línea de piquete. Así lo hicieron también diversos sindicatos del País. En este caso, el apoyo a los estudiantes no se limitó a los sectores que tradicionalmente lo han hecho. En un acto de gran desprendimiento y solidaridad, más de una decena de los más destacados artistas puertorriqueños, entre los que se encontraban Antonio Cabán Vale, Los Rayos Gamma, Haciendo Punto en otro Son, Tito Auger, Cultura Profética y Calle 13, mostraron su solidaridad al ofrecer en los portones del Recinto de Río Piedras el concierto ¡Que vivan los estudiantes!, transmitido en vivo por la Internet. Para mucho de nosotros, esta fue una de las experiencias más gratificantes y bonitas que hayamos presenciado. Atraer a miles de personas en muestra de apoyo, en un evento de tal envergadura, el cual fue pensado, preparado y organizado en menos de una semana por los propios huelguistas; costear el evento sin cobrar entrada a absolutamente nadie, mediante aportaciones de los huelguistas, simpatizantes y de los propios artistas; y recibir el apoyo directo de figuras internacionales como Calle 13, Carlos Delgado, Rubén Blades, Juanes y Ricky Martin, entre muchos otros, es una vivencia que muchos de nosotros jamás olvidaremos. Además, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad de Berna, en Suiza, sin que se les haya hecho petición alguna, han enviado comunicados en los que expresan su solidaridad con el estudiantado de la UPR. Esto se une expresiones vertidas por diversas organizaciones de derechos civiles en los Estados Unidos. Por último, el apoyo más importante ha surgido del propio estudiantado. Todas nuestras acciones han sido ordenadas por el estudiantado mediante Asamblea General. Tanto es así, que el martes, 4 de mayo, los once recintos que componen el sistema de la UPR se encuentran paralizados hasta tanto haya progreso en las negociaciones.
Como si todo esto fuera poco, hemos mostrado nuestra capacidad organizativa e intelectual mediante la creación del colectivo de prensa estudiantil Desde Adentro, disponible en rojogallito.com, y una de una emisora radial estudiantil de onda corta, Radio Huelga, la cual se puede sintonizar en el 1650 AM y a través de radiohuelga.com. Además, los estudiantes de Derecho recurrimos a los tribunales para impedir el inminente desalojo que menoscabaría nuestro derecho a expresarnos y a asociarnos libremente dentro de los predios públicos de nuestro Recinto y, frente a casi una decena de abogados que representaban a la Administración, dos estudiantes prevalecieron.
Sencillamente, ¿qué más debemos hacer para que nuestras voces sean escuchadas y respetadas? Con mucho esfuerzo, hemos logrado sostener pocas reuniones con la Administración. Hemos mostrado siempre la disposición a dialogar y a llegar a acuerdos sobre la Certificación 98 y sobre los demás asuntos. Exigimos sólo que se nos trate con respeto, que se nos escuche y que el proceso sea una verdadera negociación en la cual se consideren y evalúen las propuestas, sin intermediarios, sin mentiras y, más importante aún, sin amenazas de ningún tipo; ni de un Gobernador irrespetuoso que llama minúsculo a el estudiantado de todo el sistema; ni de una rectora o presidente que demanda selectivamente a los líderes estudiantiles cuya única falla es ocupar un cargo representativo; ni mucho menos de un decano que incita a la violencia y a que sus propios estudiantes sean agredidos por la Policía de Puerto Rico.
Les aseguro que nadie quiere terminar este conflicto más que este servidor, quien se opuso a la huelga inmediata aquel martes, 13, y quien ha estado en los portones todos los días desde entonces, acatando la voluntad democrática del estudiantado riopedrense; pero el conflicto sólo acabará mediante el diálogo y mediante la concesión de algunos reclamos por parte de la Administración. No hay duda de que la Administración y el Gobierno tienen a su disposición el famoso monopolio del uso “legítimo” de la violencia, el cual podrían dejar caer sobre nosotros para “derrotar” la huelga, mas les exhorto a no ser miopes, a no buscar victorias pírricas, pues el País les observa. Recuerden el flujo y reflujo de las mareas. Las políticas públicas y las acciones que tomen repercutirán indudablemente sobre el sentir de este Pueblo, y la paciencia de los pueblos no es infinita. No destruyan por completo la poca confianza que le queda al Pueblo de Puerto Rico en sus instituciones, pues este camino conducirá irremediablemente a la violencia.
Abandonemos la intransigencia; apostemos al diálogo. Es lo que pedimos los estudiantes de la UPR y es lo que merece el País.