“Esta es la forma como se articula la representación de la pobreza en tanto heterotopia: nos señala el lugar donde estamos y no estamos al mismo tiempo, con la imagen reflejada en el espejo. Al mirar la pobreza del otro lado, vemos nuestra pobreza invertida provocando un estado de mayor ansiedad, vulnerabilidad e inseguridad. Con esta economía política de la inseguridad se activa sin cesar una espiral del miedo y mayor inseguridad, que al mismo tiempo nos conduce, paradójicamente, a la permanencia del orden existente. La exhibición y representación de la pobreza tiene a su vez otra función extraordinaria en sostener el orden de las cosas. Incluye, alternativamente, el asunto de ley y de orden o del tema de los Derechos Humanos.
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Cuando no se activa la cuestión de ley y orden entonces asistimos a la cuestión de los Derechos Humanos, y con ello, a la explosión de todo tipo de manifestaciones humanitarias en lo que Bauman llama carnavales de caridad. Cada cierto tiempo la gente se indigna de lo que ve y decide hacer algo. Entonces observamos a artistas, damas cívicas, motivadores existenciales, filántropos, religiosos, estudiantes, todos al unísono denunciando los atropellos a los que son sometidos los pobres del mundo. Se hacen maratones para recoger comida, se les provee de servicios de salud, se les lleva regalos el día de los Reyes Magos, los limpian, les demuestran solidaridad, cariño y otra vez a la rutinaria incertidumbre de los días. Todo pasa, los carnavales de caridad se esfuman con la misma espontaneidad con que aparecieron.
Una de las encrucijadas más importantes está, entonces, en cómo interrogarnos sobre el lugar de lo político frente al escenario que aparece entre nosotros en el que todas estas medidas, muestran cuan limitadas son para pensarnos como ciudadanos. …”
De Bioislas: Ensayos sobre biopolítica y gubenamentalidad en PR (Marlene Duprey)
Presentación hoy 17 nov.
Sala Teatro Beckett
7:30pm.