No conozco los detalles particulares de este caso, pero sí han llegado a mi atención los planes de hacer una megatienda Walmart en Canóvanas en un terreno que todos y todas sabemos es altamente inundable. Pero la categoría de inundabilidad por sí sola no dice mucho. Es que como algunos sabrán, allí en Canóvanas, en el barrio San Isidro, las familias se inundan por prácticamente cualquier evento de lluvia. He estado allí y he visto el problema y con él a familias completas que viven prácticamente con todo lo que poseen en paquetes, listas para ser realojadas en eventos de lluvias fuertes. Las calles se inundan y quedan bajo el riesgo de estar incomunicados. No están allí en el humedal por gusto sino porque no tienen alternativas de vivienda y razones históricas -y sobre todo económicas- incidieron en ese hecho. Walmart en cambio, tiene opciones, puede hacer su megatienda en otro lugar. Si yo sé todo esto, los funcionarios de gobierno deberían saberlo. Y si no lo saben, deberían preguntar antes de darle el visto bueno a la ubicación de Walmart en este humedal, porque no hay duda de que eso empeorará la situación de estas familias.
En cambio, me parece, al menos curioso, que en esta noticia aparecida hoy en El Vocero, las razones para el Secretario de Recursos Naturales darle el visto bueno al proyecto sean las que allí se exponen: que le dio el visto bueno a cambio de que cumplieran con ciertos requisitos de ley (ver noticia abajo). Parece ser que para algunos funcionarios, el que los proyectistas cumplan con la ley es opcional y a cambio de que cumplan cierta ley, les dejamos hacer lo que les venga en gana.
Aquí, como poco, lanzamos las siguientes interrogantes sobre la ubicación de este proyecto y otros requisitos de ley: ¿Qué dijeron el Departamento de Recursos Naturales y la Junta de Planificación sobre la amplía legislación federal y local que establece una política clara de protección de humedales y un mandato de desalentar su relleno? ¿Que hay del cumplimiento con la sección 404 de la Ley Federal de Agua Limpia y con la Ley política pública humedales, Ley Núm. 314 de 24 de diciembre de 1998? ¿Cumple esta ubicación con la Ley de Política Pública Ambiental? ¿Se analizó el impacto ambiental de esta acción conforme requiere esta última ley? ¿Se le permitió a las comunidades participar en al menos examinar los expedientes y comentar en vistas públicas sobre la ubicación de este proyecto y el documento ambiental? ¿Se hizo un análisis de justicia ambiental? Estas son sólo algunas interrogantes.
Habría que decirle al Secretario que el cumplir con cierta ley que desalienta la alteración de los cuerpos de agua y cumplir con el requisito legal de los 5 metros de servidumbre al lado de la quebrada no es, ni puede ser razón -sin más- para darle aisladamente el visto bueno a un proyecto. Es que eso ya lo requiere la ley!. Más alarmante aún, según la noticia, el Secretario recogió la preocupación de los residentes pero optó por darle el visto bueno al Walmart a cambio de 5 metros de servidumbre al lado de una quebrada. Le corresponde a los funcionarios, sobre todo, velar por la seguridad y calidad de vida de los residentes aledaños y así asegurarse de que se cumple con las leyes, no con algunas a cambio de algo, sino con todas.
A continuación la noticia tomada de El Vocero.
Objetan megatienda en Canóvanas
Por: Maricelis Rivera Santos
EL VOCERO
Un grupo de residentes alegadamente afectados por la construcción de Plaza Canóvanas, donde se ubicaría una nueva tienda Wal-Mart, en Canóvanas, protestaron ayer y detuvieron los trabajos del proyecto con el apoyo del ambientalista Alberto de Jesús Mercado.El portavoz del barrio San Isidro, Samuel Esquilín, reclamó que el área del proyecto está clasificada como inundable por su cercanía con el río Canóvanas y por los humedales del lugar."Los problemas del sector son de muchos años, pero ahora con este relleno, cuando vengan las lluvias va a ser peor para nosotros", explicó Esquilín.Dijo que se afectarían entre siete mil y ocho mil familias del barrio San Isidro, los sectores Villagil, Villa Hugo uno y dos y la urbanización Jardines de Canóvanas."Todo esto es una zona de humedales de toda una vida", resaltó el portavoz.Dijo que ha habido episodios en que el río Canóvanas, que es un tributario del río Grande de Loíza, ha inundado hasta la misma plaza pública, por lo que temen que al rellenar los humedales la situación empeore en detrimento de ellos.De Jesús Mercado puntualizó que nunca se consultó a la comunidad afectada.Esquilín criticó además al alcalde de Canóvanas, José "Chemo" Soto, porque favorece el proyecto y alegó que el funcionario cambió el bienestar de los ciudadanos por unas monedas como hizo Judas.Insistió en que las autoridades han ignorado sus reclamos mientras el proyecto cada día sube más el nivel del relleno donde se erigirá el centro comercial.
El secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Javier Vélez Arocho, señaló que atendió los reclamos de la comunidad, pero que la dependencia endosó el proyecto a cambio de que se dejaran intactos los cuerpos de agua y se dejara una separación de cinco metros de una quebrada.No obstante, recalcó que las agencias Junta de Planificación y la Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE) son las que aprobaron el proyecto porque su huella estará en un área designada como A-E, que no es en el cauce mayor, en la que los estatutos permiten ese tipo de desarrollo.Otro requisito del DRNA fue que manejaran las escorrentías del agua de lluvia que atraviesen el proyecto en una charca de retención a los fines de que no discurran a los cuerpos de aguas.Aseveró que indagará si ha habido movimientos en alguno de los cuerpos de agua y que si es cierto lo que alegan los vecinos de que los sedimentos han llegado hasta el río, eso incide sobre el Plan de Control de Erosión y Sedimentación que regula la Junta de Calidad Ambiental.